EL CHICO DE LOS OJOS AZULES [+18]

CAPITULO 3 | FRAGMENTO DEL PASADO

«Porfavor, no te cases con el. Porque se que no lo amas como me amas a mi, escápate conmigo.. porque aún me amas, y yo aún te amo»

Al momento de abrir los ojos, un sentimiento de nostalgia invadió mi mente, esa voz se me hacía conocido pero no sabia en dónde lo habia escuchado. Las lágrimas se acomodaban perfectamente para salir, recorriendo un camino por mis mejillas hasta llegar a mi almohada.

Quizás solo era una sensación de familiaridad o un sueño que se convirtió en una dulce pesadilla, el calor de esas palabras aún retumbaba mi mente; sueños sin sentido o sueños vacios.

Me movía de un lado a otro en mi cama, buscando comodidad. Kanao, estaba a mi lado durmiendo, me acerque a ella con sumo cuidado para abrazarla y cerrar mis ojos. No entendía a qué venía esos sueños, antes solo podía mirar sus ojos , ahora puedo sentir la textura de su voz : Gruesa y distante. Como un pasado en dónde fui cruelmente asesinada, en dónde me están buscando, y no me encuentran.

Al quedarme dormida, ya no hubo sueños o pesadillas. Todo estaba oscuros y lúgubre en dónde se encontraba ningún rastro de vida. Podía ver cómo me peleaba con el chico de la Clase 3C, un chico que me detesta y que yo lo detesto con mi alma. Recuerdos de cada pelea o enfrentamiento, estaban pasando frente a mis ojos; Todo lo odian, una frase que le digo comúnmente pero en el fondo de mi corazón clama que no es verdad.

¿Que es este sentimiento? ¿Porque siento que ya lo he visto antes? ¿Porque duele?.

Quería burlarme, pero el cansancio termino venciendo al vacío de mis sueños; el silencio es cálido, una dulce mano acariciaba mis sueños. ¡Despierta, Shinobu!. Fue el grito que me despertó con pesar, el sol entraba por mi ventana. Si el destino quería jugarme una mal pasada, lo ha logrado ya no puedo dormir más.

— Señorita, la están esperando abajo. — me levanté con cuidado, una sonrisa se poso en mis labios; mientras observaba a senju, la chica que trabajaba como ama de llaves en mi casa. Era alguien bonita, su cabello era un castaño, y sus ojos eran de tonos azulados con una dulce piel de porcelana, alguien hermosa para cualquier ser humano.

Durante varios minutos no respondi, solo sonreí ligeramente para tratar de levantarme pero un mareo me venció,y me regreso a la cama. Senju, me tocó la frente, treinta y cuatro de temperatura. Estaba ardiendo pero no precisamente por algo íntimo, ardiendo en fiebre. Senju, corrió a buscar algo húmedo y un medicamento. Cuando ya lo tenía, lo ingeri y repose.

— Senju, gracias pero ya bajaré a buscar a la visita. — Fue las palabras que pude soltar , antes de seguir durmiendo. Cuando estaba en esta situación, mi voz no sonaba como una adolescente de diecisiete años, sonaba de una manera más infatil.

— necesitas descansar, señorita para que los atiendas mejor.. y porfavor no hagas locuras que puedes recaer. —  La joven mujer, solo me abrazo como una madre a su hija, sonreí ligeramente para no preocuparla. Mis padres entraron corriendo a la habitación, mientras trataba de descansar, admito, quizás todo se originó por los sueños que estoy teniendo, y que no puedo descansar bien por lo mismo.

«Vete al infierno »

Me levanté sobresaltada, mi respiración dolía, porque estaba soñando con sangre que estaba haciendo mal. No leía, ni veía películas con muerte; miraba perfectamente como me comían viva, mis huesos se quebraban mientras me absorbían, aún respiraba, aún sentia. Volví a cerrar mis ojos, la tarde se hizo presente, me pase toda la mañana durmiendo por la fiebre que ya desapareció.

Al pisar el suelo, camine de un lado a otro. Ojos arcoiris, no podía equivocarme, el dueño de mis pesadillas pero no de mis sueños; confuso y directo, armonioso pero extraño. Todo el lugar lo observaba oscuro, un lugar sin un principio ni un final. Estaba despierta pero parece que seguía soñando.