Capitulo 1.

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Rin Noihara era una dulce joven de 17 años que vivía una vida pacífica y tranquila en la parte baja de la ciudad de Tokio. Muchas personas a su alrededor afirmaban que era muy hermosa, con una piel clara y tersa como la seda, un cabello castaño oscuro medio liso y medio ondulado que caía suavemente hasta su cintura, y unos ojos de un color avellana claro que brillaban como la luz del amanecer. Su sonrisa era radiante y podía iluminar cualquier habitación.

Su estatura era algo baja, pero su cuerpo era voluptuoso y curvilíneo, esta característica física le causaba cierta inseguridad, aunque no le daba demasiada importancia. Tenía una presencia delicada y vulnerable, como un animalito inofensivo, lo que provocaba cierta ternura en quienes la rodeaban.

Su voz era suave y melodiosa, como una canción de cuna, y siempre parecía hablar con una calidez y amabilidad que hacía que los demás se sintieran cómodos en su presencia. Su risa era contagiosa y alegre, y podía iluminar cualquier momento sombrío.

Como delegada de su clase en el segundo año de preparatoria, Rin era conocida por su liderazgo amable y su capacidad para escuchar a los demás. Siempre estaba dispuesta a ayudar a sus compañeros, ya fuera con problemas académicos o personales. Su empatía y comprensión hacían que fuera una figura respetada y querida en la escuela.

Rin era una persona cariñosa y amable, siempre dispuesta a ofrecer una sonrisa o una palabra de aliento. Sus compañeros la admiraban por su capacidad para mantener la calma en momentos de estrés y su forma de resolver conflictos de manera pacífica. Aunque era una líder, nunca se comportaba de manera autoritaria, sino que siempre buscaba el consenso y la colaboración.

En el aula, Rin era una estudiante aplicada y responsable, siempre dispuesta a participar en las discusiones y a compartir sus ideas. Fuera del aula, era una persona divertida y espontánea, que disfrutaba de la vida cotidiana y de pasar tiempo con sus amigos.

Iba a la Escuela Preparatoria como cualquier otra adolescente, salía con sus amigas y disfrutaba de la vida cotidiana. Aunque no tenía nada particularmente claro para su futuro, tenía gustos comunes y sencillos, y disfrutaba de la simplicidad de la vida.


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- ¿Y hay algún sueño que tengas en particular? – Preguntó su maestra Higari. A Rin, al igual que al resto de los alumnos de su salón, les estaban haciendo su entrevista vocacional para prepararlos para el próximo año, cuando fuera su graduación y tuvieran que ir a buscar universidades antes de salir.

- Pues... A decir verdad, no – Respondió Rin mirando sus manos, jugando casualmente con sus dedos, sin saber qué más decir. Parecía calmada, casi indiferente a la conversación en general, como si nada de ello tuviera algo que ver con ella.

Higari sensei frunció levemente el ceño.

- Rin-chan – La mujer se quitó sus lentes para mirarla directamente con una expresión seria, extrañando a Rin – Tienes grandes calificaciones y un gran historial académico; eres una de nuestras Estudiantes de Honor, y seguro podrías aplicar a alguna beca en muchas universidades. ¿Por qué no te quieres tomar esto en serio?

Esta vez Rin frunció ligeramente el ceño, extrañada, sin entender de dónde venían tales palabras.

- No es como si... no quisiera tomármelo en serio, sensei. Simplemente no sé a qué quiero dedicarme y ya.... – Y era la verdad. Rin no tenía ningún interés en particular; no era como si no tuviera pasatiempos o gustos propios, pero genuinamente jamás había pensado en qué hacer una vez que saliera de la escuela.

- Pues, eres muy buena en arte y computación. ¿No has pensado en ser artista o animadora, o diseñadora gráfica? – Ofreció entregándole un panfleto de tres universidades.

Cautiva en tus Manos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora