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🔞 Chapter 25 🔞

⠀⠀⠀contenido explícito.    ⠀⠀⠀⠀⠀⠀      ⠀⠀⠀⠀⠀⠀      ⠀⠀⠀⠀⠀⠀      ⠀⠀⠀⠀⠀⠀      ⠀⠀⠀⠀⠀⠀      ⠀⠀⠀⠀⠀⠀      ⠀⠀⠀⠀⠀⠀      ⠀⠀⠀⠀⠀⠀      ⠀⠀⠀⠀⠀⠀      ⠀⠀⠀⠀⠀⠀      ⠀⠀⠀⠀⠀⠀      ⠀⠀⠀⠀⠀⠀      ⠀⠀⠀⠀⠀⠀      ⠀⠀⠀⠀⠀⠀      ⠀⠀⠀⠀⠀⠀      ⠀⠀⠀⠀⠀⠀      ⠀⠀⠀⠀⠀⠀      ⠀⠀⠀⠀⠀⠀      ⠀⠀⠀⠀⠀⠀      ⠀⠀⠀⠀⠀⠀      ⠀⠀⠀⠀⠀⠀      ⠀⠀⠀⠀⠀⠀      ⠀⠀⠀⠀⠀⠀      ⠀⠀⠀⠀⠀⠀      ⠀⠀⠀
Mis párpados se abrieron lentamente, como si fueran pesadas cortinas que se resistían a dejar entrar la luz. Mi cuerpo y mente estaban exhaustos, como si hubieran sido sometidos a una prueba de resistencia. Mis brazos pendían inermes, sin sentir ni la más mínima sensación, mientras mi cuerpo se hallaba entumecido en una pose de feto, como si hubiera sido escultado en piedra.

Al abrir los ojos, mi vista se topó con un almacén abandonado, sumido en la oscuridad. El piso, sorprendentemente limpio, contrastaba con las paredes despintadas y el vacío que reinaba en el lugar.

La decadencia se hacía notar en cada rincón, como si el tiempo hubiera pasado de largo por ese lugar olvidado.

Mi cuerpo yacía inmóvil sobre el colchón, pesado y débil, como si las fuerzas hubieran abandonado mi ser. Sin embargo, mi corazón latía con tranquilidad, mi respiración era lenta y profunda, y mi mente estaba sorprendentemente despejada, libre de la niebla que había ensombrecido mi pensamiento durante tanto tiempo.

Pero en ese silencio interior, una voz susurraba palabras de culpa y arrepentimiento. Me sentía merecedor de este destino, de esta debilidad y vulnerabilidad. Me culpaba por mi ingenuidad, por no haber huido cuando tuve la oportunidad, por haberme acostumbrado al trato de Choi.

Unas pisadas pesadas resonaron en el almacén, rompiendo el silencio como un trueno en una noche serena. Mi cuerpo se sacudió con violencia, como si una descarga eléctrica hubiera recorrido mi espina dorsal. Mis ojos se cerraron con fuerza, apretados como si pretendieran sellar la realidad fuera, y mi mente se aferró a la esperanza de que todo fuera solo una terrible pesadilla.

-¿Dónde están?-

- No tengo idea de lo que estás hablando -

Mars se acercó, y su cuerpo se posó en cuclillas frente a mí, su mirada intensa y seria, como una llama que ardía en la oscuridad. Su rostro estaba a escasos centímetros del mío, y podía sentir claramente su aliento cálido en mi piel.

- Los papeles de la empresa de Choi - Su voz se redujo a un susurro, pero su intensidad no disminuyó. - Kang dijo que no estaban en la empresa. ¿Dónde los escondiste?

Una carcajada amarga y vacía escapó de mis labios, mientras mi cabeza se dejaba caer sobre el colchón con un suspiro de resignación. Mis ojos se cerraron, pesados como si fueran anzuelos que me arrastraban hacia la oscuridad. Mi mente comenzó a vagar, perdida en un laberinto de pensamientos sombríos.

Imágenes de escape y liberación danzaban en mi cerebro, pero también se entrelazaban con visiones de una muerte silenciosa y liberadora. La idea de no salir de allí con vida ya no me aterraba, sino que se había convertido en una opción casi deseable.

- Por que diablos no se los pides a mi jefe, Bastardo.- 

Mars exhalaró un suspiro profundo, su pecho subiendo y bajando con la respiración. Luego, su mano se deslizó bruscamente por su cabello, como si intentara arrancar los pensamientos de su mente. Su mirada se clavó en mí, penetrante y llena de una ira contenida que parecía a punto de estallar.