Las Crónicas Omni-Omni

Capítulo 15: La Sombra en el Viento

El tiempo avanzaba sin piedad. En el corazón del océano, el Thousand Sunny seguía su viaje, pero ya no con la misma alegría que antes. Luffy, el único sobreviviente de la tripulación de los Sombreros de Paja, navegaba solo, cada día más agobiado por la ausencia de sus amigos. La pesada carga de la soledad lo acompañaba, pero su determinación seguía intacta. Las voces de sus compañeros caídos resonaban en su mente, y la idea de venganza era lo único que mantenía su espíritu en marcha.

Sin embargo, fuera del alcance de Luffy, una figura sombría continuaba con su propia misión. Koby había desaparecido en la oscuridad, moviéndose con la cautela de un depredador que acecha a su presa. Durante los últimos meses, había estado recopilando información sobre los Sombreros de Paja, estudiando a fondo cada uno de sus puntos débiles, sus reacciones, sus movimientos. Su estrategia era clara: destruir a Luffy, el último miembro sobreviviente, para completar su tarea y dejar atrás un mar de cadáveres, sin que ninguno de ellos sospechara de su implicación.

En las sombras de la noche, Koby había pasado meses infiltrándose en la vida del Thousand Sunny, ganando la confianza de Luffy sin levantar sospechas. Había observado cómo Luffy se sumía en su dolor, cómo entrenaba con desesperación, cómo trataba de mantener viva la memoria de sus amigos. Koby no podía permitirse que la fortaleza de Luffy se reavivara, por lo que seguía estudiando, buscando el momento perfecto para dar el golpe final.

Durante nueve largos meses, Koby había seguido sus huellas, analizando su comportamiento, observando cómo Luffy reaccionaba a los recuerdos de sus compañeros caídos. El capitán de los Sombreros de Paja estaba quebrado, pero su voluntad seguía siendo tan fuerte como siempre. No obstante, Koby sabía que el dolor de la pérdida era una debilidad, y él estaba dispuesto a aprovecharlo.

Luffy no estaba completamente roto, pensó Koby mientras observaba desde un rincón oculto. Pero puedo sentir que la presión lo está consumiendo. Él necesita algo para seguir adelante, algo para sostenerse...

A lo largo de esos meses, Koby había aprendido los patrones de Luffy: su amor por la comida, su profunda conexión con su tripulación perdida, y su visión obstinada del mundo. A pesar de la tragedia que lo rodeaba, Luffy seguía siendo un hombre que no se detenía, que se aferraba a sus sueños con una fuerza inquebrantable. Koby lo veía, lo estudiaba, y sentía una mezcla de respeto y desprecio hacia él. Era un hombre digno, pero un hombre que sería más útil muerto que vivo.

Un día, mientras Luffy descansaba bajo un árbol en la cubierta del barco, Koby se acercó sin hacer ruido. Sabía que no podría actuar aún; su investigación no había llegado a su fin. Había algo que necesitaba entender aún más profundamente. El veneno, la traición, la manipulación que había usado para derribar a los demás miembros de la tripulación había sido un éxito, pero Luffy era diferente. Luffy era más fuerte, más impredecible.

¿Cómo podría desmoronarlo de una vez por todas? Koby meditaba mientras observaba a Luffy. ¿Cómo lograr que el último pilar de los Sombreros de Paja cayera sin que sospechara nada?

Con el paso de los días, Koby continuó sus estudios con una paciencia meticulosa. Sabía que la oportunidad no llegaría de inmediato, pero las piezas del rompecabezas se estaban alineando. Había logrado manipular las emociones de Luffy a su favor, creando situaciones en las que el capitán no sospechaba que estaba siendo observado. Cada conversación, cada gesto, cada silencio era anotado en su mente. Koby se estaba volviendo cada vez más calculador.

Sin embargo, la soledad de Luffy también era su fortaleza. Luffy no confiaba fácilmente en nadie, y aunque había aceptado a Koby como un aliado temporal, nunca le había dado su completa confianza. Koby lo sabía y lo aprovechaba. Luffy no revelaba todos sus pensamientos, no expresaba todas sus emociones, pero Koby sentía que había algo que no podía ver completamente. Algo que podría desatarse en cualquier momento, algo que podría ser su oportunidad.