CAPÍTULO V

1 2 0
                                    

Sombras

Paz.

Día: Siguiente a la feria.

Lugar: Salón de literatura.

Estado: Odiando a Paloma como no tienen idea.

¿Se acuerdan cuando Percival me advirtió que no llegara tarde a clases? Bueno, desgraciadamente me vi obligada a comprobar el por qué.

Lo resumiré con dos palabras: cama y pereza. Y no, no fui yo la que se quedó dormida, a pesar que después de llegar tarde anoche a la habitación no agarré sueño sino hasta que el reloj marcó las 3:30AM.

Para que entiendan mejor, les contaré lo que sucedió.

La clase de literatura iniciaba a las 7:45 AM y ya a las 6:00 AM estaba rondando en la habitación arreglando mis cosas. Padme se despertó media hora después y me imitó. Nos pusimos a preparar unos sándwiches porque no nos daba chance de ir al comedor a desayunar.

Se hicieron las 7:23 AM y aún Paloma tenía las sábanas pegadas. Por más que intentamos despertarla, la pelinegra seguía tendida y de no ser porque su pecho subía y bajaba con la respiración, hubiésemos pensado que estaba muerta.

Lástima que ningún ruido la despertó y que mi paciencia estaba más frágil que un hilo de coser, porque tuve que recurrir a la vieja confiable; así que fui a la pequeña cocina que se encuentra en la habitación, cogí un vaso con agua, caminé evitando a Padme quien me rogaba que no lo hiciera y le eché el agua en la cara a Paloma; ésta despertó en un dos por tres algo perturbada y al ver la hora en su reloj de mesa, salió casi corriendo al baño.

Padme no paraba de reclamarme y ni bolas le paré, yo sólo quería llegar temprano, aunque sea a la primera clase y por culpa de la bella durmiente que tengo como compañera, esa idea estaba al borde de quedar descartada.

Sin importar a cuántas personas empujé, atropellé, y mandé al demonio... Llegamos a la clase a las 8:10 AM.

«Bravo Paz, primer día y llegas tarde»

Nos recibió una mujer que aparentaba tener la edad de piedra; piel arrugada en cada centímetro de su cuerpo algo pálido, nariz respingada, ojos azules grandes y expresivos, cabello voluminoso y blanco con tonos grises cuan cielo en tormenta de invierno y un traje de dos piezas de falda tubo que parecía de abuelita. Lo peor fue su maquillaje; si el rostro de la muñeca Annabelle es horrible, multiplíquenlo por mil y tendrán a la profesora de literatura.

Por poco no nos deja entrar, pero se apiadó de nosotras, o eso pensábamos...Terminó sentándonos en los últimos asientos, donde y de broma se escuchaba lo que decía.

Y después de casi dos horas de clase sobre la historia de la literatura, llegamos otra vez al principio; específicamente, donde ya la clase terminó.

-Pueden retirarse, nos vemos en la próxima sesión -dice la profesora de pie al lado de su escritorio.

Todos a nuestro alrededor se levantan para recoger sus pertenencias y abandonan el salón. La momia se vuelve a sentar en su escritorio a revisar unos papeles; mientras que Padme, Paloma y yo somos las últimas en salir.

Hijos del pecado: El origen de los PCDonde viven las historias. Descúbrelo ahora