En un mundo donde los roles de poder están marcados por la jerarquía de los alfas y omegas, Reich, el aparentemente sumiso líder del territorio alemán, es subestimado por los demás. Con astucia y una sonrisa engañosa, aprovecha esta percepción para...
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El gran salón iluminaba con destellos de luces doradas, reflejos sobre las hermosas decoraciones que adornaban el lugar. En el centro, rodeado de líderes de distintos territorios, el líder del territorio alemán, Reich, mantenía su postura tranquila y serena. Su apariencia era como debería ser un omega: delicado, con un aire de sumisión que hacía que los grandes líderes alfas los subestimaran y a menudo lo despreciaron. Pero bajo esa fachada sumisión, Reich albergaba una mente astuta y una ambición que pocos podrían imaginar.
Mientras la conversación se intensificaba, los murmullos y las apuestas sobre los futuros tratados resonaban en la sala. Reich vio como el líder de la unión soviética, Urss, un alfa de gran presencia y autoridad, salía de la sala con dirección a los baños
- Perfecto - pensó
Sigilosamente, Reich se levantó, asegurándose de no llamar la atención. Con un paso suave y decidido, siguió a Urss, dejando atrás un grupo de líderes ambiciosos que aún discutían sobre estrategias y territorios, temas que no le podían importar menos
Al llegar a la entrada del baño, Reich tomó un profundo suspiro, ajustando su postura antes de entrar. En ese momento, al ver a Urss, cambió su postura a una más sumisa, esperando en silencio a que el hombre terminara. Cuando el sonido del agua corriendo alcanzó sus oídos, supo que era el momento adecuado
- Urss - llamó suavemente, su voz seductora resonando en el aire frío del baño.
Urss dio un sobresalto, dirigio su mirada hacia Reich, su expresión fue de incredulidad, ya que la última persona que esperaba encontrar en ese lugar era Reich. Sin embargo, la sorpresa rápidamente fue reemplazada por una mezcla de curiosidad y desconfianza
- Reich - respondió con una voz profunda, su mirada penetrante examinando cada uno de los gestos del omega - ¿Qué haces aquí? -
Reich dio un paso más cerca, dejando que su sonrisa encantadora se expandiera. Las tensiones del encuentro previo se disolvieron en la atmósfera.
- Solo quería hablar contigo - dijo, su voz impregnada de dulzura - Ya sabes, del tratado
Urss arqueó una ceja, su postura se mantuvo firme. A pesar de la imponencia de su figura, había algo en la actitud juguetona de Reich que lo descolocaba.
- No puedo simplemente firmar algo sin una razón sólida - respondió, pero en su rostro se reflejaba una mezcla de desafío y interés.
- ¿Por qué no? - se acercó un poco más, saboreando la tensión del momento - El tratado nos traería beneficios a ambos -
- ¿Como cuales? - preguntó Urss, sus ojos fijos en Reich, como si pudiera leer sus intenciones.
- Nos convertiríamos en aliados, a pesar de nuestras diferencias. Un tratado de no agresión traería paz. Imagina poder unir fuerzas en lugar de luchar entre nosotros - dijo Reich, adoptando un tono casi hipnótico.
Urss se encontró atrapado en la claridad y la persuasión de sus palabras, pero era un alfa, un líder que no cedía fácilmente. Sin embargo, la suavidad de la propuesta comenzó a hacer eco en su mente.
- Solo una reunión - insistió Reich manteniendo su voz suave y seductora- Si no te convenzo, no te volveré a fastidiar. Pero si lo hago, podríamos hacer historia juntos. -
Urss lo miró detenidamente, consciente del juego un tanto peligroso que jugaban. Mientras su mente daba vueltas, el alfa sintió una chispa de curiosidad por aquel omega que ya desafiaba sus expectativas. Finalmente, asintió.
- Una reunión - murmuró, como si lo aceptara a regañadientes.
La sonrisa de Reich se amplió, dejando salir una chispa de triunfo.
- Perfecto. Entonces, hablemos de ello en tu territorio, podría ir en 2 días - propuso, Urss asintió, Reich mostró una sonrisa de satisfacción disfrazada de amabilidad para después regresar al salón, Urss se quedó un rato más en aquel baño
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Decidí reescribir toda esa mierda, espero que no allá quedado tan cringe como la otra
