capitulo 4

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Su viaje constante al territorio ruso no era meramente por la necesidad de hablar con el líder d territorio

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Su viaje constante al territorio ruso no era meramente por la necesidad de hablar con el líder d territorio. Era un juego calculado, mientras que Urss envuelto en su propia grandeza, no parecía notar cómo las cuerdas de la estrategia se tensaban a su alrededor.

Al llegar a Moscú, Reich sintió el peso de la atmósfera. Sabía que cada encuentro tendría beneficios. Se presentó con una sonrisa complaciente, con una actitud servil que siempre había cultivado con cuidado. - Es un honor estar aquí y aún más estar contigo alfa - dijo, inclinando ligeramente la cabeza en señal de respeto.

Las reuniones eran una mezcla de discursos grandilocuentes y gestos de aprobación. Reich, siempre de acuerdo, asentía muchas veces mientras el líder ruso desarrollaba sus ideas. - Un enfoque expansionista es necesario - decía el líder con voz autoritaria. Reich respondía con entusiasmo, - Absolutamente, y su visión es verdaderamente brillante - Pero detrás de esas palabras de alabanza, Reich tejía un plan sutil, asegurándose que Urss se moviera en la dirección que él deseaba.

Esta vez, Reich tenía un asunto más delicado que discutir. Sabía que simplemente mencionar la invasión de Polonia requería de una estrategia más elaborada. En la sala de reuniones, decorada con opulentos candelabros, se permitió hablar en tonos suaves, casi como un susurro, en un entorno que pedía conflicto.

- Urss - dijo Reich mientras se colocaba detrás de él, tocando ligeramente sus hombros empezando a darle un sutil masaje. - He estado pensando en cómo podríamos asegurar nuestros intereses en Europa del Este. Polonia, por ejemplo, ofrece grandes recursos, y su conquista podría ser beneficiosa para ambos -

El líder soviético, sumido en la calma del momento, cerró los ojos mientras Reich continuaba, sus dedos masajeando suavemente la tensión acumulada en sus hombros empezando a liberar sutilmente sus feromonas en el aire - Imagínese, mi alfa, cómo nuestros ejércitos podrían avanzar juntos, de la mano, en una causa mayor. La preocupación por Polonia podría disiparse si actuamos con rapidez y decisión -

Reich seguia respondiendo a su manipulación. La idea de conquista, aliada al concepto de poder compartido, resonaba en la mente del líder soviético. A medida que Reich hablaba, la imagen de una ocupación conjunta comenzó a formarse, y su administrativo ansia por la expansión se avivaba. - Es un paso audaz, pero necesario - dijo finalmente Urss, su tono un tanto intrigante.

- Exactamente - respondió Reich, deteniendo su masaje, sintiendo que había sembrado la semilla. - Confíe en mí, esto fortalecerá nuestra posición mutua - Las palabras se deslizaron como un veneno dulce en la mente soviética, y Reich supo que había encendido la chispa de la ambición.

Mientras la conversación fluyó, Reich continuó manipulando. Habló de las ventajas estratégicas, de cómo una rápida intervención podría evitar que otras potencias interviniesen. La URSS era un coloso que podía aplastar a Polonia, pero una colaboración estratégica podría darle a la victoria un matiz más glorioso. Existía una búsqueda de control, y Reich, un maestro titiritero, movía los hilos con destreza.

Finalmente, la reunión llegó a su fin, y mientras se despedían, el líder soviético adoptó una expresión contemplativa. - Puede que haya algo en lo que dices, omega - declaró, como si hubiera despertado de un profundo sueño.

Reich sonrió, satisfecho, mientras se retiraba de la sala con una sensación de triunfo. Había comenzado a trazar un mapa que solo él podía ver, un previsto donde las sombras de la guerra se alzaban en el horizonte; y él, siempre actuando en la penumbra, estaba listo para ser el arquitecto de una nueva era de caos.

 Había comenzado a trazar un mapa que solo él podía ver, un previsto donde las sombras de la guerra se alzaban en el horizonte; y él, siempre actuando en la penumbra, estaba listo para ser el arquitecto de una nueva era de caos

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