La magia de Internet en Fairy Tail

Capítulo 13: Mujer de la lluvia

Oak Town, una ciudad construida sobre una montaña, tenía su calle principal comenzando al pie de la montaña y ascendiendo hasta la cima. Una de las sucursales del gremio de magos Phantom Lord estaba ubicada en la cima, justo en el centro de la ciudad. El edificio del gremio era mucho más imponente y más grande que el de Fairy Tail.

Cuando Nate salió de la estación de tren, notó muchos puestos pequeños al borde de la carretera que vendían paraguas.

"¡Hola, jovencito! ¿Te apetece un paraguas? ¡Solo 10.000 J, una auténtica ganga!", le gritó un tendero a Nate.

Nate hizo una pausa, miró la puesta de sol resplandeciente y arqueó una ceja confundido. "¿Un paraguas?"

—¡Sí! Créeme, ¡lo vas a necesitar! —El tendero, un hombre de mediana edad, sonrió—. ¿Es tu primera vez aquí?

—¿Hay algo que debería saber? —preguntó Nate, intrigado.

—¿Eres comerciante o estás aquí por una misión? —El tendero hablaba con mucha naturalidad, ansioso por cerrar una venta—. A juzgar por tu ritmo, probablemente estés aquí por una misión, ¿no? La sucursal de Phantom Lord está en la montaña.

Incluso señaló amablemente en dirección al gremio.

Agradeciendo el gesto, Nate decidió comprar uno.

"Me llevaré uno."

—¡Buena elección! —dijo el tendero sonriendo, entregándole un paraguas—. El tiempo aquí es impredecible. Un minuto hace sol y al siguiente llueve a cántaros. A veces, llueve durante días.

Justo cuando terminó de hablar, una ligera llovizna comenzó a caer del cielo.

Nate: "..."

'¿Este tipo es un mago del clima o algo así?'

"¿Ves? ¡Te lo dije!" El tendero se rió. "No mentí, ¿verdad?"

"Gracias, jefe", se rió Nate, sacudiendo la cabeza mientras abría el paraguas negro y se dirigía hacia el gremio Phantom Lord.

Él tenía una idea de lo que estaba pasando.

La "Mujer de la Lluvia", Juvia, uno de los Cuatro Elementos, era una maga de clase S experta en magia de agua. Su magia era tan única que, cuando se sentía deprimida, literalmente llovía.

"Hay que reconocerle a los lugareños que son inteligentes", pensó Nate. "Abrieron una tienda de paraguas justo afuera de la estación. ¡No es de extrañar que ganen una fortuna!"

"Aún así... ¿10.000 J por un paraguas? ¡Eso es mucho dinero!"

Nate suspiró para sus adentros, pero no se molestó en regatear. Caminando lentamente por las calles cada vez más húmedas, Nate se dirigió hacia la calle principal.

Con la lluvia cayendo, era evidente que Juvia estaba en algún lugar de la ciudad. Probablemente cerca.

Se dio cuenta de que la nubosidad no era muy grande. La gente en la calle no estaba muy emocionada por el repentino aguacero y algunos murmuraban maldiciones.

"¡Otra vez no!"

"Olvidé mi paraguas hoy, tengo que encontrar algún lugar donde cubrirme".

"¡Esta lluvia es tan molesta!"

"¡Shhh! ¡No digas eso! Hay un rumor que dice que si te quejas, tendrás mala suerte..."

Un grupo de matones callejeros murmuraron entre ellos antes de correr bajo el toldo más cercano para escapar de la lluvia.

Nate disminuyó el paso y caminó detrás de algunos hombres cuando vio a una chica que sostenía un paraguas delante de él.

"Goteo, goteo..." susurró suavemente para sí misma, su voz apenas audible.