Había una vez una rosa que me robó el corazón...
No es cierto...
yo sé lo di desde el primer segundo en que la vi,
pero déjala que crea que me lo quitó.
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⚠️: Este libro solo se le dedica a esa persona que vas a amar toda la vida, sí, incluso cuan...
Quiero cuidarte como cuido las lavandas en tierra árida, con la delicadeza con la que riego las rosas que soltaron sus pétalos en invierno.
Ir contra el tiempo y contra la estación, derretirme en tus hojas como el último copo de nieve que besó un rayo de sol, y nunca cayó.
Quiero ser la enredadera, que busca un espacio en tu cuerpo, las gerberas que te saquen una sonrisa matutina en la mesa, quiero ser la gota de lluvia que se acurruca en tu ombligo, los polvillos de azúcar que quedan entre tus comisuras después del panecillo.
Te quiero cuidar, como se cuida lo que no se puede tocar, pero tocarte, sin las manos, con la mirada, con la boca, que sientas cosquillas con palabras, que rías sin que diga nada.
Vestirte más veces de las que te desvistes, besarte en memoria de los que te perdieron, porque por ellos te tengo, con tu versión más dura y más suave, más fría, más tuya. Quiero susurrarle a tus miedos hasta que dejen de temer, calmar tu oleaje sin que dejes de ser océano, detener la tormenta sin quitarle tu nombre a mi huracán, conocerte hasta el día en que no te conozcas, ser lo que todos dijeron que serían contigo sin prometerlo, pero cumplirlo.
Déjame cuidarte, no lo necesitas, lo necesito yo.
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