𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟏𝟑.

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"Semillas Esparcida"

El sol se alzaba sobre Equestria, bañando de luz los campos y los pueblos con su cálido resplandor. En la biblioteca de Ponyville, Twilight Sparkle estaba concentrada en practicar una serie de hechizos, moviendo su cuerno con precisión y control. A su lado, Light hojeaba un libro, pero su mente estaba a kilómetros de distancia, perdida en los acontecimientos de aquel día en que las Pinkie Pies casi convirtieron Ponyville en un completo caos.

Mientras miraba las páginas, sus pensamientos regresaban una y otra vez al momento en que había pisado el suelo con tal fuerza que el pueblo entero había temblado.

"Esto no es común... mucho menos en un humano"

Reflexionaba para sí mismo, cuestionándose sobre el origen de ese poder latente que parecía activarse en los momentos más inesperados. A su alrededor, Twilight continuaba con sus ensayos mágicos, cada hechizo ejecutado con la maestría y el control que la caracterizaban. Light la observaba de reojo, admirando su habilidad y al mismo tiempo sintiéndose un poco desconcertado por sus propias capacidades aún por descubrir.

Mientras el sol continuaba su ascenso en el cielo, llenando de luz la biblioteca, Light se dirigió a Twilight con una pregunta que había estado rondando en su mente desde el incidente con las Pinkie Pies.

"Twilight, ¿hay alguna forma de que me digas cómo fue que hice tal cosa?"

Preguntó, cerrando el libro que había estado hojeando y dejándolo a un lado. Twilight, deteniendo su práctica mágica, lo miró con atención, reflexionando sobre la cuestión. Se llevó el casco al mentón, considerando las posibles respuestas, pero finalmente negó con la cabeza.

"Lo siento, Light, pero creo que tal vez quien puede
ayudarte sería la princesa Celestia y la princesa Luna"

Respondió con firmeza, antes de volver a concentrarse en sus hechizos. Light sabía que tenía que seguir esa sugerencia y buscar respuestas en Canterlot, donde las princesas podrían ofrecerle alguna perspectiva sobre su situación.

Sin embargo, la idea de tomar el tren y hacer el viaje hasta allí le resultaba un poco tediosa. Aun así, entendía que era un paso necesario para desentrañar el misterio que lo rodeaba. Con un suspiro de determinación, comenzó a planear su visita a las princesas, esperando que ellas pudieran arrojar algo de luz sobre el poder que había descubierto en su interior.

Después de un largo y tedioso viaje en tren, Light finalmente llegó a la estación de Canterlot. Al caminar por las elegantes calles de la ciudad, se dio cuenta de las miradas curiosas de los ponis a su alrededor. Algunos lo observaban con asombro, otros con una mezcla de miedo y confusión. No era de extrañar, ya que su presencia en Canterlot era una novedad, y los habitantes locales no estaban acostumbrados a ver humanos.

"Siempre con lo mismo"

Pensó para sí mismo, acostumbrado ya a las reacciones que su apariencia provocaba. Sin embargo, su paso no se detuvo, y continuó con determinación hacia el imponente castillo de Canterlot.

Al llegar a las puertas del castillo, fue confrontado por dos guardias que inmediatamente levantaron sus lanzas, haciendo que éstas flotaran cerca de él en una clara señal de advertencia. Light, con las manos levantadas en señal de paz, comprendió que debía explicar su presencia.

"¿Qué eres y cuál es tu razón para venir?"

Inquirió uno de los guardias con autoridad, acercando la lanza un poco más al cuello de Light. Sin perder la calma, Light tragó saliva y explicó que era un amigo, o mejor dicho, un conocido de la princesa Celestia, y que deseaba hablar con ella.

𝐋𝐎𝐕𝐄 𝐅𝐎𝐑 𝐅𝐎𝐔𝐑 /// My Little Pony Donde viven las historias. Descúbrelo ahora