El bebé Luffy es adoptado por todos los que entran en contacto con él, porque ¿quién no querría tener un mini sol con él para alegrarle el día?
Aclaraciones
-Esta obra no es mía
-Link: https://archiveofourown.org/works/45288217/chapters/113938054
-D...
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Después de que los chicos desayunaran, se dirigieron a su habitación. —Entonces, ¿qué vamos a hacer? —preguntó Ace.
—Espiaremos a ese tal Teach e intentaremos ver qué es lo que no le gusta a Luffy. —respondió Sabo.
—¿Por qué no podemos preguntarle a Thatch si recibió una respuesta de Luffy? —se preguntó Ace.
—Podemos preguntarle más tarde, quiero ver si podemos averiguarlo nosotros mismos. —Sabo dijo inexpresivo.
—Está bien, pero si no lo hacemos, no te enojes. —dijo Ace, levantando las manos en señal de derrota—. ¿Desde cuándo soy yo el inteligente? —murmuró Ace para sí mismo.
Ace y Sabo siguieron a Teach durante la mayor parte del día, pero no descubrieron nada. Teach parecía un buen tipo, todo lo que hacía era hablar con los demás miembros de la tripulación y hacer sus tareas. Algunos de los comandantes los vieron hacer esto y preguntaron qué estaban haciendo los gemelos, y ellos respondieron honestamente que los dejaron solos y se fueron.
—¡UUUGGGHHHAA, no descubrimos nada! —gruñó Sabo mientras se golpeaba la cabeza contra la mesa del comedor
—Te dije que tal vez no descubriéramos nada, ¡y deja de golpearte la cabeza, si a mí no me dejan hacerlo, tú tampoco! —regañó Ace al rubio y le agarró la cabeza para detenerlo.
—Deberíamos haberle preguntado a Thatch si sabía algo en primer lugar, habría sido mucho más fácil, amigo —dijo Ace, dándole un golpecito con la mano en la cabeza a Sabo.
—¿Preguntarme qué? —preguntó Thatch, acercándose a la mesa de los gemelos.
—Estábamos tratando de averiguar por qué a Luffy no le gusta Teach —se quejó Sabo—, ¡pero no descubrimos nada! —Ace se quedó sentado allí tratando de calmar a su hermano, no estaba acostumbrado a ser él quien calmara a alguien en esta situación. Normalmente él es el que está enojado.
—Bueno, eso sí te lo puedo decir, ¡y cómo lo descubrí! —dijo Thatch sonriendo
—¡Por favooooor! —suplicaron Ace y Sabo, exhaustos.
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