La Llegada del Destino
Los meses habían pasado rápidamente, pero para Jungwoo, Doyoung y Jaehyun, cada día parecía un poco más largo mientras esperaban con ansias la llegada de los trillizos. El hogar DoJaeJung estaba lleno de emoción, amor y un poco de caos mientras se preparaban para recibir a tres nuevos miembros en su familia. La pequeña Jeong Mi-Hi, aunque apenas tenía un año, parecía entender que algo grande estaba por suceder, y a menudo señalaba la barriga de Jungwoo con una mezcla de curiosidad y ternura.
La llegada al hospital
Era una mañana tranquila cuando Jungwoo comenzó a sentir contracciones más fuertes de lo normal. Aunque había tenido algunas molestias días antes, esta vez sabía que era diferente.
-Jaehyun... Doyoung... -murmuró desde la cama, intentando mantener la calma.
Jaehyun, que estaba en la cocina preparando el desayuno, dejó caer el sartén al escuchar su tono.
-¿Es hora? -preguntó apresuradamente mientras corría hacia la habitación.
Doyoung apareció detrás de él, ya sosteniendo las llaves del coche.
-¡Vamos, Jungwoo! No te preocupes, lo tenemos todo listo.
Entre respiraciones profundas y risas nerviosas, lograron salir de la casa con Mi-Hi en brazos de Jaehyun, quien planeaba dejarla con su abuela en el camino al hospital.
El nacimiento de los trillizos
En el hospital, la tensión y la emoción llenaban el aire. Doyoung no soltaba la mano de Jungwoo, mientras Jaehyun se ocupaba de asegurarse de que todos los papeles estuvieran en orden.
-Va a salir bien, Jungwoo -dijo Doyoung, acariciando su frente con ternura-. Eres increíble, y no podríamos estar más orgullosos de ti.
Jungwoo sonrió débilmente, apretando la mano de Doyoung.
-Gracias... pero si sigo escuchando a Jaehyun discutir con la enfermera, creo que tendré a los bebés aquí mismo.
Doyoung soltó una pequeña risa mientras Jaehyun regresaba, claramente nervioso.
-Todo está listo. Los médicos dicen que están preparados para recibir a los bebés en cualquier momento.
Horas después, los tres trillizos llegaron al mundo, llenando la sala de partos con el llanto de recién nacidos y las lágrimas emocionadas de sus padres. Doyoung fue el primero en sostener al mayor, mientras Jaehyun se inclinaba para besar la frente de Jungwoo.
-Lo hiciste, amor. Lo hiciste increíble.
Eligiendo los nombres
De regreso en la habitación, los trillizos descansaban en pequeñas cunas junto a la cama de Jungwoo. Doyoung y Jaehyun se sentaron a su lado, mirando con asombro a los bebés.
-Son perfectos... -murmuró Jaehyun, su voz llena de emoción.
Doyoung asintió, aunque sus ojos estaban fijos en Jungwoo.
-¿Cómo te sientes?
-Cansado... pero feliz. Ellos lo valen todo -respondió Jungwoo con una sonrisa.
Jaehyun se inclinó hacia una de las cunas, observando al mayor de los trillizos.
-Creo que es momento de decidir los nombres. Hemos hablado mucho sobre esto... pero ahora que los vemos, quiero asegurarme de que los nombres les queden perfectos.
Doyoung miró al bebé mayor, que parecía más tranquilo que los otros dos.
-¿Qué opinan de Kim Dak-Ho para él? Es un nombre fuerte, como estoy seguro de que será.
Jungwoo asintió lentamente.
-Me gusta. Kim Dak-Ho suena poderoso, pero también cálido.
Jaehyun sonrió antes de dirigir su atención a la bebé del medio, que estaba envuelta en una manta rosa.
-Para nuestra niña... quiero que su nombre tenga algo de ti, Jungwoo. ¿Qué opinas de Jeong Young-Su?
Los ojos de Jungwoo brillaron con lágrimas al escuchar el nombre.
-Es hermoso... gracias, Jaehyun.
Finalmente, Doyoung se inclinó hacia el menor de los trillizos, que parecía ser el más inquieto.
-Y para él... ¿qué opinan de Kim Min-Jun? Suena como alguien que siempre buscará aventuras.
Jaehyun rió suavemente.
-Definitivamente encaja con su energía.
Jungwoo asintió, mirando a los tres bebés con adoración.
-Kim Dak-Ho, Jeong Young-Su y Kim Min-Jun... nuestros hijos.
La primera noche como familia
Esa noche, el cuarto del hospital estaba lleno de paz. Jungwoo descansaba en la cama mientras Doyoung y Jaehyun se turnaban para cuidar a los trillizos.
-Nunca imaginé que tendríamos una familia tan hermosa -murmuró Doyoung mientras acunaba a Young-Su.
Jaehyun, que sostenía a Min-Jun, asintió.
-Es un milagro. Cada uno de ellos es un reflejo de nuestro amor.
Jungwoo los miró desde la cama, sus ojos llenos de gratitud.
-Gracias por todo. Sin ustedes, no podría haber hecho esto.
Doyoung se inclinó para besar su frente.
-No digas eso, Jungwoo. Somos un equipo, siempre lo seremos.
Jaehyun se unió al abrazo, rodeando a los tres con sus brazos.
-Nuestra familia está completa ahora. No importa lo que venga, siempre estaremos juntos.
El regreso a casa
Cuando finalmente llevaron a los trillizos a casa, Mi-Hi los recibió con entusiasmo. Aunque era pequeña, parecía entender que ahora era la hermana mayor y que tenía una responsabilidad importante.
-Mi-Hi, estos son tus hermanos y tu hermana -dijo Jaehyun, arrodillándose junto a ella.
La niña tocó suavemente la manta de Dak-Ho antes de mirar a Young-Su y Min-Jun.
-¿Bebés? -preguntó con curiosidad.
Jungwoo rió, acariciando su cabello.
-Sí, mi amor. Ahora tienes tres nuevos amigos para toda la vida.
Doyoung se inclinó para abrazar a Mi-Hi.
-Y tú serás la mejor hermana mayor del mundo.
Un futuro lleno de amor
A medida que los días pasaban, la familia DoJaeJung aprendió a manejar la vida con cuatro niños pequeños. Aunque había desafíos, el amor que compartían siempre los ayudaba a superarlos.
Una noche, mientras todos los niños dormían, Jungwoo se sentó en el sofá con Doyoung y Jaehyun a su lado.
-A veces me pregunto cómo llegamos aquí. Hace unos años, ni siquiera imaginábamos que tendríamos una familia... y ahora, aquí estamos.
Jaehyun tomó su mano, sonriendo.
-Lo logramos porque nos tenemos el uno al otro.
Doyoung asintió, abrazándolos a ambos.
-Nuestra unión es lo que hace que todo sea posible.
En ese momento, los tres supieron que, sin importar lo que el futuro les deparara, siempre estarían juntos. La llegada de Dak-Ho, Young-Su y Min-Jun no solo había completado su familia, sino que también había fortalecido el vínculo que los unía. Su historia era una prueba de que el amor verdadero podía superar cualquier obstáculo y crear milagros que durarían para siempre.
