Otra vez...otra vez fui asesinado, ¿cuántas veces mori? creo que fueron tres... supongo que la tercera es la vencida, siendo honestos llegue más lejos de lo que esperaba...se supone que debí morir hace meses pero aquí estoy, peleando contra el rey d...
Lentamente, los ojos de Yuji se habían abierto, había sido noqueado por un momento.
Su cuerpo se sentía adolorido por los fuertes ataques de Mahoraga, como demonios podía ser tan fuerte? No tenía mucho tiempo para pensar.
Jogo estaba peleando cuerpo a cuerpo con Mahoraga, bueno la palabra pelear era mucho para describir esto.
Jogo literalmente estaba sobreviviendo de puro milagro, si Mahoraga atacaba en un segundo Jogo apenas podía esquivarlo.
Que mierda está haciendo...le dije que se quedara atrás...
Yuji apretó sus dientes con fuerza mientras sus puños de volvían a llenar de energía maldita.
Sus piernas destrozaron el suelo mientras una mirada de completa ira aparecía en su rostro.
Estaba arto, arto de revivir este momento, esto no debía ocurrir, se había esforzado tanto para evitar que Shibuya ocurriera y no salió como esperaba.
Esa ira e impotencia solo aumento más la ferocidad de su energía maldita.
Mientras tanto con Jogo, a el no parecía estarle yendo muy bien con Mahoraga, se había tenido que arrancar un brazo para evitar que esté lo matará.
Aún así, no podía evitar lo siguiente, Mahoraga puso sus dos brazos en equis para dar un gran tajo, no podía esquivarlo o defenderse por la perdida de un brazo.
-- ¡Malnacido!-- Su boca de abrió para intentar atacarlo con fuego pero no fue necesario.
Mahoraga salió volando como si fuera un sucio muñeco de trapo, un borrón blanco había sido el responsable de dicho ataque.
-- ¡¡¡AAAAAAAHHHHHHH!!!-- Fue el grito de Yuji mientras atacaba a Mahoraga en frenesí total de ira.
Era implacable, brutal, despiadado e imparable, cada golpe que le daba a Mahoraga lo empujaba con tanta fuerza que lo alejaba de tocar el concreto.
Yuji estaba corriendo con tanta fuerza y velocidad que estaba destrozando todo el pavimento, sus puñetazos resonaban con una fuerza abismal, Mahoraga apenas podía meter las manos para defenderse, pero no parecía funcionar.
Lo único que pudo ver fue la mirada furiosa de Yuji quien lo atacaba sin ninguna misera muestra de piedad.
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¡BLACK FLASH!
Un destello negro había impactado en el gigante cuerpo del shikigami quien escupió sangre una vez más.
La sangre que desbordaba del cuerpo de Yuji salió disparada hacia Mahoraga y se pegó como su fuese suciedad, estaba intentando hacerlo más pesado para que se quedase quieto.
Dicho intento funciono, Yuji agarro a Mahoraga se la cabeza y lo estampó contra el piso para empezar a masacrarlo a golpes, cada puñetazo era más violento que el anterior, más rápido, más preciso, y más cargado de odio y resentimiento.
