Otra vez...otra vez fui asesinado, ¿cuántas veces mori? creo que fueron tres... supongo que la tercera es la vencida, siendo honestos llegue más lejos de lo que esperaba...se supone que debí morir hace meses pero aquí estoy, peleando contra el rey d...
Gyutaru se encontraba en una de las zonas de castigo de los Zenin, era un lugar vacío, asqueroso y sobre todo, repleto de maldiciónes.
Una mueca de disgusto había aparecido en su rostro, sus dedos empezaron a brillar de un color azul mientras sus ojos brillaban aún más.
Estos malnacidos han cometido muchos crimenes, aún sin los ancianos, no puedo tolerar esto, está vez no van a escapar de su castigo.
Un azul de un tamaño medio empezó a girar por toda la habitación y se concentro para matar a todas las maldiciones que estaban cerca.
La sangre morada y pestilente salpicó en su rostro manchandolo pero esto no detuvo ni perturbó su concentración, solo podía contemplar la destrucción que su poder había generado.
Pocos segundos pasaron para que todas las maldiciones fueran exterminadas.
-- Agh que puto asco -- dijo mientras se limpiaba la sangre de la cara.
Sus instintos empezaron a alertarse al sentir una presencia en la habitación.
Volteo para ver a Naobito en las escaleras, tenia un temple serio y estaba preparado para cualquier especie de ataque.
-- Tal parece que Naoya te dejo entrar.
-- Como si necesitara el permiso del inútil que tienes por hijo-- Respondió Gyutaro mientras caminaba hacia las escaleras.
-- Sabes que no puedo déjarte destruir el clan -- Dijo Naobito mientras bajaba.
-- Naobito, nunca me has caído mal, por lo menos no tanto, sí no fueras tan indiferente quizás me caerías bien, así que por favor quítate de mi camino, sabes que puedo matarte cuando quiera, no juegues con tu suerte.
Al anciano suspiro mientras veía el lugar destrozado, era consciente de que Gyutaru era el hechicero más poderoso solo por debajo de los hechiceros de categoría especial y el recipiente de Ryoko Sukuna.
Aun asi, dió un paso al frente.
-- Así será entonces...-- Sus dedos índice y medio se entrelazaron.
Expansión de dominio, Vacío infinito.
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En 0,1 segundos.
Todo se volvió oscuro después...
Gyutaru paso de largo mientras Naobito estaba asimilando la cantidad casi infinito de información que su cerebro recibió de repente, de puro milagro, Gyutaru había decido no eliminar su pensamiento.
-- Viejo loco -- Dijo el albino mientras sentía un dolor de cabeza que estaba curando con su técnica inversa.
Usar la expansión de dominio siempre iba a ser cansado, actualmente le queda un 60% de energía.
