Tu tu ruru

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Su mañana había empezado como siempre, un desayuno delicioso acompañada con sus padres, para luego ir a la escuela, todo iba normal con la misma cotidianidad. Entro a su aula y se sentó en su mismo asiento de siempre.

Paso un rato y pudo observar como su maestra Caline llegaba con una sonrisa como si estuviera a punto de dar una gran noticia, se puso en su posición en frente de todos y con una mano señalo a la puerta. 

—Hola, queridos alumnos, tengo el placer de comentarles que tendremos un nuevo alumno, por favor sean buenos con él, viene de muy lejos, más exactamente de Estados Unidos.

Diferentes comentarios salieron de parte de la clase ante el anuncio, varios esperando a un compañero nuevo que compartiera sus gustos.

Ella esperaba con todo su ser que ese nuevo alumno no sea para nada similar a Chloe o Lila, de solo pensar en alguien incluso más insoportable que ellas le daba escalofríos.

—Les presento a Randall Cunningham.

Con un deslizamiento para nada necesario, apareció un chico de peli morado con un peinado puntiagudo como el de un puercoespín, con ojos azulinos y unas prendas juveniles, una sonrisa se denotó en su rostro mientras extendía sus brazos en lo alto. Seguido del deslizamiento dio un giro rápido para ponerse al frente de todos.

—En realidad prefiero que me llamen Randy maestra.—Su sonrisa enérgica era obvia.—¡Hola, a todos un gusto!, ¡vengo de Norrisville una ciudad Ultra brutal!, claro, esta también es genial y bueno, ¡espero llevarnos genial!.—Exclamo levantando los pulgares.

Varias reacciones surgieron tras su actitud enérgica.—

—Si en efecto otro inepto aquí.—Comento una chica rubia

—Un gusto conocerte.—Dijo  el amor de su vida (Adrien).

—¿Practicas deporte?.—Pregunto un joven atlético.

—¿Dónde se ubica Norrisville?.—Fue la pregunta de su mejor amiga.

Ante las varias preguntas ella pensaría que él se sentiría abrumado, pero no solo mostró alegría al ver qué gran parte del aula estaban interesados en él, sino también un tipo de carisma que le recordó a cierto felino.

—Muy bien, Randy entonces toma asiento.

 Así siguió la clase, todo parecía ir normal hasta que juro escuchar ronquidos, mirando al frente, noto como el nuevo yacía dormido encima de un libro de matemáticas, (al parecer toda la energía se fue en su presentación). Algo en ese libro le daba sospechas.... Por cierto, el chico babea bastante llegando a asquear a Lila quien se sentaba a su lado.

Llego el receso y justo el nuevo fue el primero en irse, decir que era rápido, era poco, al parecer tenía prisa por conseguir una mesa. Realmente era un tipo raro.

 Como siempre, disfrutaba de la compañía de su mejor amiga, hablando de lo cotidiano sobre que hacer en la tarde o mañana, o de las noticias más recientes de Ladybug y Chatnoir (claro, se hacía la que no sabía mucho del tema), disfrutar de buena compañía en los recesos era lo mejor.

—¿Que opinas del nuevo?.

—¿De Randy?, bueno, es raro... bastante raro, pero no parece malo.

Su mirada se dirigió hacia el nuevo, quien comía solo en una mesa, se lo veía concentrado en lo que estaba siendo, incluso tenía una lengua afuera y un ojo entrecerrado, para muchos parecía un loquito (para ella también un poco).

—Se ve solo...

—Yo lo veo feliz, aunque no perdemos nada con acompañarlo, ¿no?.

—Supongo que tienes razón.

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⏰ Última actualización: 5 hours ago ⏰

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Ladybug/Randy Cunningham. Un cruce de caminos.(One shots)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora