Layla creció en los Outer Banks, atrapada entre dos mundos: el lujoso de los Kooks y el real de los Pogues. Después de perder a sus padres, encontró un hogar con Big John y John B., pero la vida en la isla nunca ha sido fácil. Con secretos del pasad...
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Layla
Me desperté al sentir el calor del sol en mi cara. Abri los ojos, y al mirar la hora, me sobresalté: eran la una de la tarde. ¿Por qué nadie me había despertado? Me incorporé de golpe, confundida, y me dirigí rápidamente hacia la cocina. Allí, lo único que encontré fue una nota sobre la mesa.
"Buenos días, Lay. Nos hemos ido a hacer unas cosas, volveremos más tarde. Te hubiera despertado, pero JJ no me dejó. Besos, y sobre todo de tu amado."
No pude evitar reír mientras rodaba los ojos. Qué payasos, pensé, entretenida con su forma de dejarme "mensajes".
Después de un desayuno rápido, me vestí y me recogí el pelo en una simple trenza. Sentí que necesitaba despejarme un poco, así que decidí ir a visitar a Sarah. Me dirigí hacia la casa de los Cameron, con la esperanza de que una charla con ella me ayudara a aclarar un poco la cabeza.
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Al llegar a la imponente casa de los Cameron, encontré a Sarah en el jardín trasero, sentada bajo una sombrilla, con un libro entre las manos y una limonada a medio terminar en la mesa. Me saludó con una sonrisa amplia, levantándose de inmediato.
—¡Layla! Esto sí que es una sorpresa. —Dejó el libro sobre la mesa y me miró con curiosidad—. ¿Qué te trae por aquí?
—Bueno, quería verte. Hace días que no hablamos y pensé que podías necesitar algo de compañía... o quizás quería asegurarme de que no estabas planeando otra locura con Topper y compañía. —Le lancé una sonrisa, sabiendo que eso la haría reír.
—¡Eh! No todas mis ideas terminan en desastre —respondió, fingiendo indignación. Luego, me hizo una seña para que me sentara a su lado—. Aunque, hablando de ideas...
—Uy, ya empezamos —bromeé, mientras me sentaba. Sabía que cuando Sarah decía eso, algo se traía entre manos.
—Mañana por la noche hay una fiesta en casa de Topper. —Hizo una pausa para observar mi reacción—. Y antes de que me digas nada, ya sé lo que piensas. "Topper, en serio, Sarah, ¿otra vez?" Pero esta vez será diferente, lo prometo. Solo música, algo de bebida y nada de drama.
