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Dan subió al ascensor con su maletín en una mano y una botella de agua en la otra

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Dan subió al ascensor con su maletín en una mano y una botella de agua en la otra. Estaba algo nervioso, aunque ya conocía el penthouse del alfa, no estaba acostumbrado a tantos lujos.

Tras la lesión que lo había obligado a parar por tres semanas, Dan estaba completamente entusiasta para encargarse de su rehabilitación.

Cuando las puertas del ascensor se abrieron al último piso, Dan se encontró frente a la entrada del penthouse de Jaekyung. Tocó el timbre y apenas unos segundos después, la puerta se abrió, revelando al alfa con una camiseta sin mangas y pantalones deportivos, su cabello levemente despeinado y una expresión neutral.

-Llegas puntual -dijo Jaekyung, dando un paso al costado para dejarlo pasar.

-Siempre lo intento -respondió Dan, sonriendo leve mientras entraba.

El penthouse era tan impresionante como lo recostadaba: amplio, con paredes de vidrio que ofrecían una vista espectacular de la ciudad. Todo estaba impecable, casi demasiado perfecto para un alfa que pasaba la mayor parte de su tiempo entrenando o peleando.

-¿Dónde quieres que prepare todo? -preguntó Dan.

-El salón está bien -respondió Jaekyung, señalando un espacio junto a un sofá enorme.

Dan colocó algunas cosas sobre la mesita que estaba frente al sofá y comenzó a prepararse

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Dan colocó algunas cosas sobre la mesita que estaba frente al sofá y comenzó a prepararse. Mientras lo hacía, no pudo evitar notar cómo el alfa lo observaba con los brazos cruzados, sus ojos oscuros evaluándolo con intensidad, como de costumbre.

-Vamos a empezar con un poco de masaje para relajar el área afectada -dijo Dan, rompiendo el silencio.

Jaekyung asintió y se sentó en el sofá, dejándose caer como si de repente hubiera olvidado su habitual porte fuerte. Dan comenzó a trabajar en el hombro lesionado, moviendo las manos con precisión y cuidado. El silencio entre ambos era bastante cómodo.

-¿Duele mucho aquí? -preguntó Dan mientras presionaba suavemente un punto.

-Un poco, pero nada que no pueda soportar -respondió Jaekyung, con un tono que sonaba más a una declaración de fuerza que a una respuesta sincera.

Dan no pudo evitar sonreír. Era típico de los alfas no querer mostrar vulnerabilidad, en especial de Jaekyung, pero él tenía un sexto sentido para detectar cuando a alguien si le duele algo, en especial durante sus masajes.

-Deberías intentar relajarte un poco más. No estás en el ring ahora -comentó.

Jaekyung lo miró de reojo, y por un momento, algo en su expresión pareció suavizarse. Pero el momento pasó rápidamente, y su rostro volvió a su habitual máscara seria.

-Es difícil desconectarse -murmuró.

Dan no insistió, pero durante las siguientes sesiones comenzó a notar pequeños detalles. A veces, cuando creía que Jaekyung no estaba prestando atención, lo sorprendía mirando por la ventana con una expresión distante, casi melancólica. Otras veces, cuando Dan hacía alguna broma para aliviar la tensión, Jaekyung sonreía, pero la sonrisa nunca alcanzaba sus ojos.

Una tarde, después de casi una semanas de sesiones diarias, Dan llegó al penthouse y entró. Jaekyung ya le había hecho poner su huella digital en la puerta y también le había dado la contraseña para que entrara cuando quería. Aunque Dan se negó varias veces el alfa terminó ganando al hacer que el omega aceptara.

Encontró a Jaekyung en el balcón, sentado en una silla con la cabeza inclinada hacia atrás. Tenía los ojos cerrados y un vaso de agua en la mano. Por un momento, Dan dudó en interrumpir, pero el alfa abrió los ojos al escuchar la puerta.

-Hoy llegaste temprano -comentó Jaekyung, su tono más relajado de lo habitual.

-Pensé que podríamos hacer algunos ejercicios de movilidad antes del masaje -respondió Dan, acercándose.

Jaekyung asintió y lo siguió al salón. La sesión comenzó como de costumbre, pero esta vez, el alfa parecía menos distante, casi como si estuviera empezando a acostumbrarse a estar más tiempo a solas con Dan. Mientras Dan trabajaba en el hombro, decidió intentar algo diferente.

-¿Sabes? Siempre he admirado a luchadores del mma y ese tipo de deportes. Requiere mucho más que fuerza física para estar en el ring -comentó casualmente.

-¿Ah, sí? -preguntó Jaekyung, con un destello de curiosidad en su voz.

-Sí. La concentración, el control emocional, la estrategia... es como un ajedrez, pero con golpes.

Jaekyung soltó una risa muy suave, una de las pocas que Dan escuchaba desde que lo conocía.

-Nunca lo había pensado de esa manera -admitió.

Ese pequeño momento de apertura animó a Dan, pero justo cuando pensaba que estaba logrando que Jaekyung se sintiera cómodo, el alfa se tensó de nuevo. Era como si algo invisible tirara de él, obligándolo a retroceder.

Al final de la sesión, mientras Dan guardaba sus cosas, no pudo evitar comentar:

-Parece que llevas mucho más peso del que debería cargar un boxeador lesionado.

Jaekyung lo miró, sorprendido por la observación, pero no dijo nada. En cambio, simplemente asintió.

-Tal vez -Dan notó la falta de respuesta, una barrera levantándose entre ellos de nuevo. Decidió que no valía la pena presionar.

Luego de un rato, mientras salía del penthouse, no podía dejar de pensar en lo que había visto. Jaekyung no era solo el alfa fuerte y seguro de sí mismo que proyectaba al mundo. Había algo más debajo de esa fachada, algo que parecía demasiado doloroso o complicado para compartir. Dan sabía que no era su lugar indagar, pero no podía evitar sentirse intrigado, después de todo, estaban en proceso de cortejo, conocerse bien era completamnete necesario.

"Es mejor hacer como si no hubiera notado nada", pensó mientras subía al ascensor. Después de todo, su relación con Jaekyung aún no era profunda. Cualquier cosa más allá de lo que ya conocía era un territorio peligroso, y Dan no estaba seguro de querer cruzar esa línea si el alfa no daba la iniciativa de querer mostrar sus pensamientos.

Sin embargo, una parte de él sabía que el tiempo que compartieran en esas sesiones no solo estaba curando el hombro de Jaekyung. Algo más estaba cambiando, y aunque ambos lo ignoraran, era imposible no notarlo. La rehabilitación en el penthouse haría que se aceraran más.

 La rehabilitación en el penthouse haría que se aceraran más

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Se me pasó el bloqueo👍

Un Alfa Sentando Cabeza |Jinx| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora