Mi relación con mis padres jamás había sido demasiado cercana. Considero que tanto ellos como yo somos demasiados fríos como para ser cercanos, jamás tuve una conversación con mi madre sobre algún chico que me gustara o una conversación con mi padre contándole sobre la escuela. Tampoco me interesaba tenerla, siéndoles sincera. No estoy molesta con mi vida; siento que me tocó la indicada. Puedo no llevarme bien con mis padres, pero jamás me imaginaría en otra familia, con una molesta madre preguntona o un padre celoso.
Mis papás me dieron mucho y a la vez nada. Pero nunca me quejé sobre ello.
Podría haber sido peor, me podrían haber mandado hace años a estudiar a Alaska junto a mi hermana Elena. Ni siquiera quiero imaginarme lo terrible que debe ser compartir casa con la tía Eleonor. Me entró un escalofrío pensándolo.
En mi casa, solía estar sola la mayor parte del tiempo. Los dos eran arquitectos reconocidos que a menudo viajaban a distintas partes del país, incluso a otros países, para revisar terrenos y armar planos sobre distintos trabajos que les asignaban. Por lo que, casi siempre estaba sola en casa.
No necesitaba muchos empleados. Cuando era niña eran más, hasta teníamos un cocinero. Pero ahora, que crecí lo suficiente como para hacerme cargo yo misma de mis necesidades básicas, simplemente necesitaba dos empleadas; Greta, una señora que venía absolutamente todos los días a estar en casa y ayudarme en cualquier cosa que necesitara, y Shannon, quien venía dos veces a la semana a ayudarla a Greta a hacer una limpieza profunda de mi casa. Era bastante grande como para que una mujer mayor como Greta pudiera limpiar absolutamente todo, por lo que mis padres no tenían inconveniente en pagar a una ayudante para ella.
Nunca había cruzado más de cinco palabras con Shannon, no soy una persona muy interesada y ella tampoco lucía muy interesada en ser más que amable conmigo, por lo que fueron las típicas conversaciones amables que se tienen a diario.
Pero en ese momento, agradecí enormemente a Vivienne de Montclair por haber contratado a aquella mujer que tenía un hijo tan jodidamente caliente.
Vi en la garganta de Robby como bajaba su nuez de adán, lucía repentinamente tímido y quizás avergonzado.
—Tengo los ojos arriba. —Bromeé, al ver que no desviaba su mirada de mi abdomen bastante trabajado. Tengo un gimnasio en casa, debo ser demasiado vaga como para no hacer ejercicio.
Noté que el chico no iba a dejarse ver nervioso. —¿Así que tú eres la odiosa hija de los de Montclair?
Alcé las cejas y sonreí de lado —¿Odiosa? Odiosa no te parecía la otra vez.
—La otra vez no te molestaba que no tuviera mis ojos arriba. —Rebatió y asentí mientras mordía el interior de mi mejilla.
—Ciertamente, ahora tampoco me molesta. —Respondí mordiendo mi labio inferior y dirigiendo mi vista a Clara, quien parecía estar viendo una película. —¿Yo odiosa?
—Pues... es lo que se murmurea por allí... —Respondió con algo de dificultad ¿Shannon quejándose de mi? ¡Por favor! Y eso que todavía no era mi suegra.
—Psst, yo la amo a Shannon. —Dije rodando los ojos, claramente era una mentira. —¿Así que hoy vas a limpiar mi casa en suplencia a tu mamá? —Pregunté algo burlona y me acribilló con la mirada.
—Sí, claro. —Respondió algo odioso.
—Pues allí tienes un balde y una canilla. Empieza a limpiar, Robby. —Pronuncié su nombre con burla y él apretó sus labios, conteniendo una sonrisa.
Ese día me vengué de Robby, lo hice limpiar desde el patio y la piscina hasta el inodoro del baño de arriba. Ni siquiera estaba sucio, nadie lo usaba, pero lo hice limpiarlo igual.
![](https://img.wattpad.com/cover/385178510-288-k988259.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Strike First ━━ cobra kai
Ficción histórica¡En exclusiva! La historia de Sabrina de Montclair contada desde primera persona en este blog. ¿Quieres enterarte de la verdadera historia detrás de la heredera de la fortuna de Montclair? Te aseguro que no te arrepentirás. Peleas, mentiras, karate...