sıx. ta'lo

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Una voz femenina, suave y gentil, así como reconfortante, sonaba lejanamente, tarareando una melodía peculiarmente familiar

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Una voz femenina, suave y gentil, así como reconfortante, sonaba lejanamente, tarareando una melodía peculiarmente familiar. El cielo estaba pintado de un azul profundo, tan intenso como el sol por la mañana y al mismo tiempo, tan calmante como un baño caliente, junto a el, unas brillantes y pequeñas estrellas se pintaban, bailando junto al silbido del viento y la frialdad de la noche.

Lian, descalza, sentía el fresco y casi perfecto césped bajo sus pies. Cada afilado tallo le transmitía una extraña conexión con el suelo. A su alrededor pudo observar distintos árboles, rocas y diversa vegetación en general. Desorientada ante la situación, Lian continuó su caminar, en busca de respuestas, sin embargo, en el lugar en el que se encontraba no parecían ni vivir fantasmas.

Lejanamente divisó una pequeña choza, aceleró su paso, decidida a descubrir si alguien habitaba ahí. Al llegar, su respiración se había vuelto agitada, se detuvo antes de entrar y cuando la sensación de que el corazón se saldría de su pecho en cualquier momento terminó, puso un pie dentro del hogar.

━ ¿Hola? ━ preguntó, ansiosa por saber si ahí habitaba alguien, mas la única respuesta que obtuvo fue el susurro del viento y el sonido de su pie al pisar el helado piso.

Dió unos cuantos pasos más, lo que la hizo encontrar un retrato con una cara muy familiar, tomó la foto con su mano derecha analizando aquel rostro, pasó el dedo índice de su mano izquierda sobre los ojos de aquella persona, y como por arte de magia, el recuerdo de su nombre llegó a su mente.

Jiang Li, esposa del mandarín, madre de Xialing y Shang-Chi.

La melodía, antes apenas un eco distante, ahora parecía susurrar junto a su oído, envolviendo a Lian en una sensación tan inquietante como familiar. La azabache dejó la fotografía en su lugar y comenzó a mirar a los alrededores. La profundidad de la noche hacía muy difícil ver el interior de la casa, mas la luz de las estrellas que se infiltraba ayudaba un poco a la visión, inquirió que la casa parecía haber estado habitada, pero ahora permanecía vacía.

Lian tenía una serie de preguntas rondando en su mente, puesto que nada dentro de esto le hacía sentido. ¿Qué era ese lugar? ¿Cómo había llegado ahí? ¿Quién estaba cantando?

En el preciso momento en el que se hizo la última pregunta, una deslumbrante luz invadió las afueras de la choza. Cegada unos momentos por aquel hecho, la joven parpadeó un par de veces hasta que sus ojos se acostumbraron a la intensidad de la luz.

Hambrienta por respuestas y sin pensarlo dos veces, salió para descubrir un lago precioso que reflejaba la belleza de la noche. Atónita ante el paisaje que se encontraba frente a sus ojos, le tomó un tiempo notar una presencia, cuándo los oscuros ojos de la joven se dirigieron a la izquierda, pudo notar a dos personas, ambas, mujeres, que charlaban entre sí, sin mirarse, sino, observando también, el lago.

El ceñó fruncido de Lian reflejó su impresión pero al mismo tiempo, su curiosidad, y, al ser ella una persona altamente curiosa y sobre todo, en este momento con la necesidad de respuestas, caminó sin dudar a las dos personas.

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⏰ Última actualización: Jan 10 ⏰

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KILLER QUEEN ─── Xu Shang ChiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora