CAPÍTULO 2. HORACE SLUGHORN

8 0 0
                                    


—Mantengan su varita al alcance de sus manos —dijo el profesor Dumbledore con tono alerta.

—¿Pero pensé que no permitía hacer magia fuera del colegio, señor? —preguntó Harry en tono extrañado, aun agarrando la mano de Sky.

—En caso de un ataque —dijo Dumbledore— les doy permiso de usar cualquier maldición o contramaldición que se les venga a la mente. Aunque no creo que deban preocuparse por ser atacados esta noche.

—¿Por qué no, señor?

—Están conmigo —dijo Dumbledore simplemente— Con eso bastará.

Se detuvieron abruptamente al final de Privet Drive.

—No has, por supuesto, pasado tu examen de Aparición —preguntó a Harry.

—No- dijo Harry— Pensé que tenía que tener diecisiete.

—Cierto- dijo Dumbledore.

—Pero yo sí puedo profesor —dijo Sky tranquilamente.

—De acuerdo, ya sabes donde iremos—luego volveré a ver a Harry– será mejor que me lo llevé yo.

Sky asintió, estando de acuerdo.

—Ven, Harry. Necesitarás sujetarte firmemente de mi brazo. El izquierdo, si no te importa. Como debes haberlo notado, el brazo de mi varita está un tanto frágil de momento.

Harry se sujetó del antebrazo que le extendió Dumbledore, luego vio a Sky quien le sonrió.

—Excelente —dijo Dumbledore— Bien, aquí vamos.

Harry sintió el brazo de Dumbledore retorcerse e intentar librarse, y se sujetó aún más fuerte; lo siguiente que supo, fue que todo se volvió negro; estaba siendo apretado fuertemente por todos lados.

Tomó grandes bocanadas del frío aire de la noche y abrió sus ojos llorosos. Sky, Dumbledore  y él estaban ahora parados en lo que parecía ser una plaza desierta de un pueblo.

—¿Estás bien? —le preguntó Dumbledore, mirándolo con preocupación— Uno se demora un tiempo en acostumbrarse a la sensación.

-Estoy bien- dijo Harry- Pero creo que prefiero las escobas…

Dumbledore y Sky sonrieron, luego ella se acercó a él,  y le agarró la mano, mientras el profesor, dijo:

—En esta dirección.

Comenzó a caminar a paso rápido, dejando atrás una posada vacía y algunas casas.

—Así que, cuéntame, Harry —dijo Dumbledore—Tu cicatriz… ¿te ha estado doliendo?

—No —dijo— y me he estado preguntando sobre eso. Pensé que me estaría quemando todo el tiempo ahora que Voldemort se está volviendo tan poderoso nuevamente.

—Yo, por otro lado, pensé lo contrario —dijo Dumbledore— Lord Voldemort al fin se ha dado cuenta del peligroso acceso a sus pensamientos y sentimientos del que has estado disfrutando. Al parecer ahora está empleando la Oclumancia contra ti.

—Bueno, no me quejo —dijo Harry.

Doblaron en una esquina, pasaron una cabina telefónica y una estación de autobuses. Harry miró nuevamente a Dumbledore.

—¿Profesor?

—¿Harry?

—Este… ¿Dónde estamos exactamente?

—Esta, Harry, es la encantadora villa de Budleigh Babberton.

—¿Y qué estamos haciendo aquí?

—Ah, sí. Por supuesto, aún no te lo he dicho a ti —dijo Dumbledore, mirando a Sky— Bien, he perdido la cuenta del número de veces que he dicho esto en años recientes, pero, una vez más, nos hace falta un miembro entre los profesores. Estamos aquí para persuadir a un viejo colega mío de salir de su retiro y regresar a Hogwarts.

SKY SWIFT Y EL PRÍNCIPE MESTIZO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora