Aun no entiendo qué es esa sensación en mi interior, ese poder que se encuentra desgarrándome cada músculo para liberarse con brutalidad, pero me está fascinando. Tengo sed, tengo el deseo de acabar con todos y, a la vez solo quiero mantenerme enjau...
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Descargué toda mi furia con estas últimas embestidas, Lily era una chica preciosa de enormes pechos y un trasero fino con la que tenía mis encuentros casuales cuando tenía demasiadas ganas de tener sexo. Manteníamos una cordial relación, ninguno se metía en las cosas del otro, solo nos enfocábamos en tener sexo explosivo y disfrutarnos. Ahora siendo un vampiro debía mantener un ritmo que no matara literalmente a la humana o humanas con las que tenía estos encuentros.
Después de todo, no había a quien darle explicaciones de mis acciones como hombre soltero, y agregando que estuvimos en situaciones de enorme estrés después de la caída de los hermanos Le Revna, yo deseaba solo descargar mi fuerza en el sexo.
Sus gemidos eran placenteros, tenerla en cuatro me hacía apreciar la delicia de una vista al cuerpo femenino suave y voluptuoso. Gritó, dándome la señal de que había terminado junto con las vibraciones de su cuerpo; sus gritos fogosos eran excitantes y en mi tiempo como humano eso provocaba que se me pusiera más dura. No paré con mis movimientos firmes y fuertes, solté gruñidos que a ella la hacía jadear para pedirme más.
—¡No pares, Max! ¡Uf! Que delicia.
La rubia se inclinó aún más para levantar sus nalgas y tomé su cuello para someterla a fondo. Lily ahogó sus gritos en gemidos largos y ruidoso, me fascinaba como se dejaba llevar por el sexo. Era una amante excelente.
Vibré muy alto, llegué a mi clímax con la sensación familiar de mi vida humana, tuve esos espasmos tan conocidos y me desplomé de lado al salir de su interior. Con ella siempre usaba condón y seguí usándolo para no levantar sospechas de mi falta de líquido.
De un salto salí de la cama en lo que ella se recuperaba, tiré el condón al bote de basura del baño y abrí pronto la regadera para asearme.
Dejé que el agua caliente cubriera mi helado cuerpo que anhelaba a esa criatura peligrosa y de cabellos salvajes, no me permitía verla, solo fingió que estábamos bien para no preocupar más a mi hermana y a Gastón, que ahora eran los reyes de Valfart y estaban preparándose para la llegada de mis sobrinos en un par de meses.
Joder. Mis sobrinos ¡Eran tres! Maddy estaba asustada y a la vez emocionada, y por las palabras de Gastón en sus correos electrónicos, podía dar por sentado que él estaba más que feliz por cumplir su sueño de ser padre, un orgulloso padre que mi hermana estaba cansando, eso ya era un récord personal ¿era posible cansar a un ser inmortal? Pues mi hermana lo ha logrado.
Las manos me temblaban un poco, necesitaba alimentarme. Le prometí a Gastón llevar una vida en las sombras para evitar levantar sospechas de lo que era. Ahora mucha gente sabe que soy un piloto de carreras reconocido, pero las fotografías eran un peligro si no tenía cuidado. De repente la garganta la sentí seca, furiosa por ser hidratada de ese alimento carmesí al que ya le había tomado el gusto.
De pronto unas manos pequeñas cubrieron mi pecho y conecté de inmediato el por qué la sed desgarradora me mataba. La sangre de Lily me llamaba, esa carótida me llamaba como loco, apenas me podía contener cuando la vi desnuda detrás de mí.