Confesiones

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Evidentemente tengo problemas por resolver... Espero poder hacerlo, por el simple hecho de que es lo que una persona normal hace, es mi lucha mi cruz, el peso que yace sobre mis hombros. No busco recompensa alguna por el bien que procuraría, porque a pesar de todo lo anterior, lo único que deseo es paz interna, perdonarme a mí misma por las atrocidades que me considero capaz de hacer.

Ojalá me hubieras conocido con otra cara, en otro tiempo y en otro lugar.
Cada día mi padre se avergüenza más de mí, dice que al ser el segundo de la congregación después del pastor del pueblo tengo que ser una hija modelo para que algún joven influyente se fije en mí y me escoja.
Mi hermano aunque trata de ayudarme y entenderme solo le da la razón a nuestro padre y me confunde aún más con sus parábolas religiosas. Él siempre me ha cuidado y me duele no poder hacer lo mismo por él.

Desearía ser todo menos yo misma, no sé qué es lo que voy a hacer.

Sin embargo lo que más agradezco de estar aquí es tenerte a ti en mis pensamientos, si yo no fuera Adhira, no podría amarte y embelesarte como lo hago. Bien o mal soy quien soy y tengo lo que tengo para darte y ofrecerte con todas mis pasiones, vicios y aseveraciones porque en mi imperfección se encuentra un tejo de brillo y maestría, como una mina que hace falta ser excavada, a punto de estallar.

Recolectando tus preciados tesoros en forma de piedras preciosas, que son las letras que te escribo, no hay nada más que quiera en estos momentos, ni comer, ni dormir, tan solo escribirte, no besarte, ni tenerte, tan solo escribirte. Hacerte ver cuán preciosa eres, aunque sé que te tienes todos los días.

Quiero desprender momentáneamente el alma de tus huesos y que te veas con el filtro que es mi carne y mis emociones, mi pequeña diosa cuervo. Mi dulce doncella violenta y virginal. A decir verdad me interesa mucho tu orientación sexual, pero no por intereses lascivos sino porque sientas lo que sientas, escojas lo que escojas, yo te amaría sin dudar.

Si te identificaras como varón me volvería hétero, si te identificaras con un género no binario me volvería pan sexual, y si fueras asexual como te he visto publicar en tus redes y por mensaje simplemente te dejaría ser.

Quizás lo que más me atemoriza es que te volvieras lesbiana pura y tajante como yo, porque eso querría decir que podría amarte pero si me rechasas sería el fin. Tengo miedo porque así toda posibilidad de estar conmigo se concretaría, aunque admito que me intriga de buena forma el verte besándote con tu propio amor de vida, ya sea yo u alguien más.

Hay tantas personas, tantos chicos y chicas que matarían por estar contigo, pero nadie mataría como yo por ti, nadie enloquecería mas que yo por ti, solo pido, si no es que ruego que escojas lo que más te haga feliz.

Pero si lo que te hiciera feliz, aunque fuese en una enésima parte de lo que siento al ser solo mi amiga, yo sería completamente plena de recibir ese trato. No por mendigar amor sino porque te adoro, adoro cada centímetro de ti, y no quiero vivir sin ti.

Hoy me imaginé despierta mientras caminaba cómo sería ver una serie de tv contigo, juntas. Ambas sentadas en el sillón de una sala escueta pero cómoda, algo oscura salvo por la luz de una tele noventera. Para luego abrazarnos y guarrecernos del frío. Así finalmente tú recargada en mi pecho para luego voltear tu cabecita para mirarme, yo te devolvía la mirada y sin decir nada simplemente nos besábamos bañadas en la luz ultra violeta de los aparatos electrónicos a nuestro alrededor. Tal vez mi cerebro no esté diseñado para concebir la infinitud, pero si tuviera que escoger entre vivir infinitas vidas diferentes o vivir todo lo que he vivido para conocerte, pues preferiría lo segundo con un ligero cambio, estar contigo toda la eternidad. Sea lo que sea que eso sea, y solo hasta que tú lo desees, porque creo que está en nuestro destino conocernos después de años, para finalmente encontrarnos un día, en nuestros sueños, en nuestras pieles, en nuestros más profundos pensamientos.

Adhira Relatos de una Jóven EnamoradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora