with or without you / garime

9

[<<<tiempo atrás]

—Eres mi maestra, Karime. —la voz de Pablo se quebró.

Karime lo miró fijamente, sus ojos brillando con muchas emociones, tristeza, frustración, quizá un poco de odio y también con algo que se asemejaba al miedo.

—¿Y qué, Pablo? —su voz sonó ronca, casi al borde de romperse, mientras lo sujetaba por el cuello de su camisa, acercándolo más.

Pablo desvió la mirada, incapaz de sostener ese contacto que quemaba su alma, pero Karime no lo dejó irse tan fácil. Su agarre era firme y demandante, como si quisiera arrancarle alguna respuesta que justificara lo que estaba ocurriendo entre ellos.

—No podemos hacer esto. —susurró finalmente.

Con un suspiro pesado, Pablo colocó sus manos sobre la cintura de Karime, empujándola suavemente para crear distancia entre ellos, el gesto fue lento y asi doloros.

Karime sintió el vacío inmediato, la calidez de su proximidad desapareció y la dejó tan distante y fría. Pero ella no retrocedió, estaba en espera de una respuesta real.

—Yo no puedo... —continuó él, sus palabras resonando contra los pedazos de corazón de la pelinegra.

No dijo nada más, solo lo miró con los ojos al borde de las lágrimas, pero sin dejar que una sola cayera.

A pesar del conflicto que ardía dentro de ella, su orgullo le impidió romperse del todo frente a él, no podía permitirse que alguien así la viera de esa manera tan estúpida, rogando por amor.

El silencio entre ellos se hizo insoportable, pero finalmente con un suspiro Karime dio un paso atrás, dejando que su mano resbalara del cuello de Pablo.

—Entonces vete. —murmuró con firmeza.
—Vete y olvídate de todo lo que tenga que ver conmigo.

Pablo la miró un instante más, como si quisiera decir algo pero no encontraba las palabras necesarias, se dio la vuelta y se marchó dejando a Karime sola y rodeada por el peso de la dura verdad.

[>>>ahora]

—¿A donde vamos?

—Te llevo a tu casa. —respondió.

Karime asintió y jugó con sus anillos entre sus dedos de manera nerviosa, sentía que la presencia de Gala era pesada, la forma en la que su mandíbula se marcaba y las venas de sus brazos también solo le dejaban saber que la pelirroja estaba enojada.

El camino fue corto, en silencio solo con el ruido del tráfico de la ciudad y el motor del auto llegaron al departamento de Karime.
—De nada.

No la miró, y eso solo frustraba más a Pindter. —Gala, la cague. Ya lo sé, pero-

—Karime ya te dije que te perdono. —por primera vez sus ojos chocolate se cruzaron dejando las palabras al aire.

Gala tenía levemente el ceño fruncido y los labios tan rosas que a Pindter le costaba un poco de trabajo concentrarse en mirarla a los ojos. —Tienes razón, eres mi maestra y no podemos tener una relación más allá de lo académico. Lo entiendo totalmente y no tengo pedos, ya puedes estar tranquila.

Karime ladeó su cabeza y mordió su labio en busca de las palabras adecuadas, no quería sonar intensa. —Sí, pero yo quiero ser más que tú maestra.

El cuerpo de Gala sintió un frío recorrer su espalda, y un revoltijo en su estómago, miró a verla con sorpresa. —¿Qué?

—Gala tu neta me caes bien, y si me gustaría que fuéramos amigas... lo de hoy en la mañana fue por que estaba estresada y-