with or without you / garime

7

Eran las 8:48 de la mañana cuando un celular sonó por 15ava vez bajo las sábanas que cubrían los cuerpos de ambas mujeres.

Gala quien permanecía boca abajo con los brazos estirados sintió como se removieron a su lado, y unas pequeñas maños comenzaron a tantear con torpeza toda la cama en busca del dispositivo que vibraba.

—¡Karime apaga eso! —exclamó una voz ronca desde el sofá a la esquina de la habitación.

Gala gruñó débilmente todavía bastante adormilada, mientras sentía que la mano de Karime seguía buscando el celular entre las sábanas sin demasiado éxito. Gala abrió un ojo lentamente, apenas consciente del sonido insistente y sintió la agitación a su lado.

—Es tuyo... —murmuró Gala en voz baja, girándose hacia la otra mujer medio enterrada en la almohada, con el cabello completamente desordenado.

Karime soltó un suspiro pesado antes de deslizar la mano debajo de la sábana y encontrar el dispositivo que seguía vibrando como si tuviera vida propia, sacó el celular y lo acercó a su rostro para ver quién llamaba.

La pantalla mostraba el nombre "Director Torres" en grandes letras, lo que hizo que se despertara por completo de golpe.

—¡Putamadre! —exclamó Pindter sentándose tan rápido que casi tiró las sábanas al suelo.

Gala todavía medio dormida, solo logró soltar un "Hmm... qué pedo?" antes de acurrucarse más en su almohada. Desde el sofá, Jawy exclamó con la voz rasposa.

—¡Carajo, callense! —sin mas Jawy decidió acomodarse para seguir durmiendo.

Karime ignoró los comentarios y contestó la llamada con la voz más firme que pudo.

—Hola, Ararh. Buenos días... —empezó a hablar mientras trataba de alisar su cabello con una mano, mirando de reojo a Gala, que aún no parecía tener prisa por moverse.

—Señorita Pindter. ¿Dónde está? —la voz severa del director regresó al otro lado del teléfono.

—Estoy... eh... terminando unos pendientes, hoy no tengo clase temprano, pero ocurrió algo? —preguntó, intentando sonar profesional mientras los ronquidos de Jawy interrumpían de fondo.

El director hizo una pausa antes de hablar, su tono cargado de paciencia limitada.
—La junta de tutores comenzó hace veinte minutos y tengo entendido que usted es una de ellas. ¿Planea llegar o mando a alguien por usted?

El color desapareció del rostro de Karime, miró el reloj de su celular y maldijo en voz baja.

—Sí, lo lamento. —rascó su barbilla sin saber que hacer. —Estaré ahí en 15, no se preocupe, y una vez más disculpe.

Gala se sentó lentamente, su camiseta todavía alzada hasta el ombligo, mientras intentaba recordar exactamente cómo había llegado hasta esa cama.

Sin embargo, su tranquilidad y pensamientos fueron interrumpidos cuando Karime colgó y se viró a verla, su rostro una mezcla de furia contenida y pánico.

—Tienes que irte. —ordenó con voz firme.

Gala frunció el ceño aún confundida y se puso de pie sintiendo como todo se movía bajo su cuerpo debido a la rapidez con la que se paró. —¿Qué? ¿Qué pasa?

—Vístete, Gala. Esto fue un error, y yo tengo que irme. —Karime empezó a recoger la ropa de Gala del suelo y se la lanzó directamente a la cara. —No deberías quedarte aquí, no debiste... ¡Puta madre, Gala esto nunca pasó!

El tono de Karime era tan cortante que Gala sintió como si le hubieran arrojado un balde de agua fría.—¿Karime...? ¿Qué estás diciendo? No hicimos nada mal- —preguntó, su voz teñida de incredulidad.