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¡No mames! —la voz de Chile resonó por todo el salón.

Karime dio un paso hacia atrás rápidamente, como si la hubieran atrapado en medio de algo indebido y Gala por su parte, apenas logró reaccionar también poniéndose de pie.

—¡Perdieron las chivas! —exclamó ajeno a lo que pasaba adentro, su vista era directa a su celular, que cuando alzó la mirada se sorprendió de ver a Gala ahí.

—Porfa deja de gritar, Eduardo. —esa fue la voz de Karime, quien suspiró alivida al notar que su amigo no vio la interacción con la chica pelirroja y rodeó una vez más su escritorio para tomar sus cosas.

—¡Qué onda, mi Gala! —dijo el chico. —¿Que haces por aquí, eh? ¿Otra vez anda de regañona esa vieja?

El ambiente más que ser tenso se alivianó con la actitud de Chile, el y Gala ya parecían ser hasta amigos. —¡Eduardo, ya! —exclamó la otra mujer haciendo reír a la menor.

—No, solo hablábamos de unas cositas.
—dijo la más alta.

—Dile que hiciste. —este fue el turno de Karime de hablar, quien había recuperado la situación y podía bromear a gusto estando con ambos.

Era como si quisiera crear más allá de un contacto estudiantil con Gala, es decir, parecían más cercanas cuando estás situaciones con Chile ocurrían, y eso no era algo que le molestara en absoluto, al contrario se sentía satisfecha de ver como aquella chica también disfrutaba de esa interacción.

—No, que pena. —se encogió de hombros.

Chile las observó a ambas con una sonrisa traviesa, y su siguiente movimiento fue rápido. —¿Que hiciste ahora, Galita? —pasó su brazo sobre los hombros de la mencionada y la miró de cerca.

—¡Oye, suéltala! —dijo Karime.

Chile rió e hizo su agarre más fuerte.
—¿Qué? ¿Qué tiene?

Karime miró por la puerta esperando por que nadie pasara en ese momento por ahí, si no en que problema se iba a meter por culpa de su amigo.

—¿Qué, flaca? ¿Te pones celosa, o qué?

Ante lo mencionado, Karime sintió sus mejillas arder un poco y negó rápidamente bajando la mirada. Chile sabía que había dado en el punto, y aunque no era precisamente por eso el nerviosismo de su amiga por que estuvieran cerca, supo ahí qué Pindter si sentía algo por aquella pelirroja entre sus brazos y reafirmo lo que había pensado el día anterior cuando estaban en su auto.

Gala rió nerviosa, ella no quería ser parte de una escena de ¿celos? Entre la profesora con la que estaba fantaseando en su mente hace unos minutos atrás y su esposo que parecía muy feliz por estar con ella.

—¿Y tu que, Montes? —preguntó. —¿Por que estas roja?

Gala mordió su labio más nerviosa. —Y-yo, no estoy roja.

—¡Ya, Eduardo! Déjala en paz. —exclamó Pindter con una sonrisa traviesa también.

—Bueno ya, amorcito. —soltó a Gala y se encogió de hombros haciendo que Pindter solo rodará los ojos. —¿Vamos a almorzar o que?

Karime asintió ya tomando su bolso y acomodando sus lentes de sol, los cuales a percepción de Gala le quedaban increíbles.

—Ya deja de decir tonterías, porfa —Karime le lanzó una mirada de advertencia a Chile mientras se colgaba el bolso al hombro.

Chile solo alzó las manos en señal de rendición, pero la sonrisa traviesa en su rostro dejaba claro que no había terminado de divertirse con la situación.

with or without you / garime Donde viven las historias. Descúbrelo ahora