ODNOLIUB | BakuDeku

.28. Invierno

Feliz navidad a todos, feliz navidad a todos, feliz navidad a todos y denme estrellas también :D

Ya es diciembre en México chiques, bueno...aquí en mi costa ya es diciembre :v no se ustedes si ya fue diciembre ayer o será mañana, eniweys

Se me ocurrió un fanfic BakuDeku peeeeero en ese Mitsuki estará como protagonista junto con Izuku, no se si les dará risa o les castrara, solo espero que les guste porque sino yo lloró :) advertides están y la que avisa no es traidor

Tengo duda, ¿hombres también leerán mi fanfic? - >-

El frío comenzaba a a invadir las tierras de los dragones, la época donde las grandes bestias se ocultaban en el interior del palacio imperial para resguardar calor.

Después de todo el palacio estaba justo en el volcán, donde las bestias cuidaban a sus habitantes y sobre todo para que el sultán del enorme imperio cuidara de los escamosos reptiles.

Katsuki veía en el balcón de sus aposentos como los dragones empezaban a formar sus nidos en los bordes, las crías mientras jugaban y rodaban en su terraza. Vio a su gran compañero descansar sobre el gran pilar, su cuerpo envuelto en escamas doradas y algunas manchas carmines salpicadas sobre su lomo, sus grandes cuernos torcidos cubierto de abalorios y joyas y su respiración tranquila soltando humo por sus fosas nasales en cada exhalación.

El sonido de pasos apresurados y una risa infantil lo hizo voltear, sonrió al ver a su hijo Issey entrar a la terraza pata lanzarse a los cojines junto a los dragones bebés quienes lo empezaron a olfatear y a lamer el rostro.

Su madre y hermana entraron junto a sus esposos quienes venían algo abrigados.

Les había pedido desayunar todos juntos para ver el primer sol del invierno asomarse en el imperio. Su madre se acercó para besar su frente con cariño, dejando que la abrazara, después se acercó a su preciosa hermana para que besara su mano.

Issey se acercó rápido a él para que lo alzará en sus brazos, con su otro brazo se acercó a su hijo más pequeño para cargarlo. Se sentía pleno teniendo a sus dos hijos en brazos, como si las guerras y la victoria no fueran gran cosa, después de todo el tener a sus descendientes era lo mejor en el mundo.

— su majestad —saludó primero el bicolor en una reverencia.

— agradecemos su invitación —continuo Momo con la cabeza agachada.

Eijirou no dijo nada, después de todo aún seguía en aquel castigo donde la frialdad y silencio sólo era lo que el sultán le ofrecía, únicamente hizo una reverencia y se mantuvo en su lugar.

Izuku mientras tanto fue abrazado por el sultán junto a sus hijos, dejando su aroma envuelto en el omega.

— mi adorado Keitaro —sonrió Katsuki tomando al bebé en sus brazos.