CAPITULO 7

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Narra Estefanía:

No podía ni siquiera verlo porque si no me daban ganas de besarlo y abrazarlo pero no podía.

- Hola Estefanía te sucede algo. Dijo Rodrigo.

- Hola. Y eso que haces por aquí. Dije.

- No te acuerdas tu mamá me invitó a quedarme una temporada en esta casa. Dijo.

- Si es cierto. Disculpame es que estoy distraida. Dije.

- Es por el asunto del sacerdote que está enamorado de ti. Dijo.

- Y tu cómo sabes eso. Le dije soprendida.

- Tu mamá me lo contó. Tenía que saberlo todo de ti y por eso me lo dijo. Dijo.

- No puedo creer que te haya contado algo que es mío y de Fernando y de nadie más. Que solo lo saben personas que necesitan saberlo. Dije.

- Osea que yo necesito saberlo. Dijo.

- No por ahora necesito conecerte un poco más para confesarte algo mío. Aunque ya es demasiado tarde porque mi mamá te lo contó sin mi autorización. Dije.

- No importa lo único que te pido es una oportunidad para ayudarte a olvidar a Fernando. Dijo.

- No se no te quiero utilizar. Dije.

- No importa piénsalo y después me das una respuesta. Dijo.

Me dio un beso en la mejilla y subió a su habitación. Fui corriendo a la habitación de mi madre.

- Porque le contaste a Rodrigo lo de Fernando. No te tenías ningún derecho, eso sólo me corresponde a mí.

- Pues te equivocas muchachita eso también me corresponde a mí porque soy tu madre. Dijo.

- Y eso que tiene que ver. Dije.

- Mucho yo sólo quiero tu bien y si Rodrigo es tu bien pues lo quiero a tu lado. Dijo.

- Y si yo no quiero. Dije.

- Pues tienes que querer. Dijo.

- Contigo no se puede. Sólo quieres las cosas a tu conveniencia y no te importa la felicidad de tu hija. Dije.

- Mira mejor salte de aquí antes de que haga algo de lo que me pueda arrepentir. Dijo.

Salí de esa habitación y me fui.

Baje y me encontré con mi abuela en el pasillo.

- Por qué llamaste a Fernando. Dije.

- Por qué quería saber como se sentía después de que te vio. Dijo.

- Y según cómo se sentía. Dije.

- Mal porque te sigue queriendo y no puede estar contigo. Dijo.

Sentí que la sangre se me fue a los pies.

- Es encerio lo que me estas diciendo. Dije.

- Tu crees que te mentiría con algo así. Dijo.

- Y ahora que sé esto que voy a hacer. Dije.

- Olvidarlo mi amor. Tienes que olvidarlo. Dijo.

- Y si no puedo. Dije.

- Di podrás. Dijo.

Me dio un abrazo y se fue.

Decidí ir a buscar a Rodrigo. Toqué la puerta de su cuarto.

- Puedo pasar. Pregunté.

- Obio estamos en tu casa. Dijo.

- Sabes quería pedirte disculpa de cómo me porte hace un rato contigo. Dije

- No hay problema entiendo que no debí haberme metido en tu vida personal hasta que tu lo decidas. Dijo.

- Quería decirte una cosa. Dije.

- Dime que me quieres decir. Dijo.

- Lo voy a intentar si acepto ser tu enamorada. Dije con duda.

- En serio me haces el hombre más felíz del mundo. Dijo y me quiso dar un beso. Yo vire la cara.

- Sólo dame tiempo y te puedo corresponder de verdad. Dije.

- No hay problema esperaré el tiempo que sea necesario. Dijo.

- Ok está bien. Dije y me fui de su cuarto.

Saliendo del cuarto de Rodrigo me encontré con mi mamá.

- Ya me hice novia de Rodrigo. Contenta. Dije.

- Me haces la madre más felíz de este mundo. Hijita mía por fin haces algo bien. Dijo.

- Espero que estes satisfecha. Mamá. Dije.

- Ahora si puedo decir que eres una Lopezreina. Dijo y se fue.

Narra Fernando:

Estaba rezando tranquilamente cuando escuche tocar la puerta. Abrí la puerta.

- Señora Isabel que hace aquí. Dije.

- Vine a darte una buena noticia. Dijo.

- Dígame. Según usted cuál es esa buena noticia. Dije.

- Mi hija y Rodrigo ae hicieron novios. Dijo.

Sentí que una parte de mi corazón se había muerto.

- Qué. Dije.

- Sí. Mi hija decidió olvidarte y con quien mejor que Rodrigo Andrade. Dijo.

- Y se supone quien es Rodrigo Andrade. Dije.

- El hijo de el dueño de una empresa de alimentos. Que mas pides para mi reina. Dijo.

- Espero que el tal Rodrigo haga feliz a Estefanía y no la haga sufrir. Dije

- No dudes que Rodrigo va a ser felíz a mi hija. Bueno ahora si me voy a ir tranquila te quité una preocupación de encima. Ahora si te podrás olvidar más fácil de mi hija. Dijo.

- Tiene toda la razón Señora Isabel. Dije.

A penas salió sentí que ahora si había perdido para siempre a Estefanía y ya no podría hacer nada para conquistarla otra vez.

Narra Estefanía:

Le conté a mi abuela lo sucedido.

- Por qué lo hiciste mi vida. Dijo.

- Porque necesito olvidarme se una o de otra forma de Fernando y haciendome novia de Rodrigo lo voy a poder hacer. Dije.

- Bueno si esa es tu desicion ya no hay nada que hacer. Dijo. Y se fue.

Narra Fernando:

Cuando llegue al rancho quise buscar a Estefanía y me encontré con el tal Rodrigo. Les juró que me daban ganas de partirle la cara, pero me contuve.

- Tú debes ser Fernando. Dijo.

- Si y tu eres Rodrigo si no me equivoco. Dije.

- Sí el novio de Estefanía. Algún problema. Dijo.

- No ninguno solo vie a hablar con la Señora Eloísa. Dije.

- Espero porque no quiero que te vuelvas a acercar a mi novia me oiste. Dijo.

- No te preocupes no va a pasar. Dije.

- De que están hablando. preguntó la Señora Eloísa.

- De nada importante. Me retiro. Dijo el innombrable.

- Ahora si cuentame de que quieres hablar conmigo. O sólo fue una escusa para conocer a Rodrigo. Dijo.

- Le soy sincero sólo era una escusa para conocer al tal Rodrigo.

- Te lo conversó mi hija. Dijo.

- Sí y no sabe lo contenta que estaba. Dije.

- De eso no hay duda. Pero no te preocupes que yo me voy a encargar de que Rodrigo no lastime a Estefanía. Dijo.

- Ahora si puedo estar tranquilo. Dije. Y me fui.


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