CAPÍTULO 12

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Narra Estefanía:

En el fondo me sorprendí de la actitud que había tomado Rodrigo.

- Puedo pasar. Pregunto mi abuela.

- Claro no hay problema. Dije.

- Qué pasó mi niña que Rodrigo salió amenazando a Fernando. Me dijo.

- En serio que le dijo. Le dije.

- Que si no ibas a ser suya no ibas a ser de nadie. Me dijo mi abuela.

- No puedo creer que haya tomado esa actitud. Le dije.

- Tienes que tener cuidado porque si se obsesiono contigo va a pasar algo malo. Me dijo.

- Ojala no suceda eso porque si no no me puedo imaginar lo que pasará. Le dije.

- Bueno me voy mi vida duerme tranquila que todo va a pasar. Me dijo.

- Gracias. Le dije.

Me dormí soñando que un día de esto voy a ser felíz con el hombre que amo. A penas me levanté supe que Fernando me venía a buscar y por eso no me podía arriesgar a que mi mamá lo heche de la casa, por eso tenía que verme en otro lado con él.

- Buenos días Nieves. Dije.

- Buenos días señorita. Dijo.

- Me puedes hacer un favor si viene el hijo de Dominga dile que lo espero en el río. Le dije.

- Muy buen señorita no hay problema. Me dijo.

- Gracias Nieves pero no le dices a nadie. Dije.

- Ok señorita. Vaya con cuidado. Dijo.

-Bay Nieves. Y le di un abrazo.

Narra Fernando:

Ahora si tenía que ir a buscar a Estefanía y decirle que quiero estar el resto de mi vida junto a ella. Llegue y toque el timbre salga quien salga yo iba hablar con ella.

- Si quien es. Dijo Nieves.

- Soy yo Nieves. Dije.

- Gracias a Dios llegaste antes de que llegara la Señora Isabel. Me dijo.

- Y Estefanía. Donde está. Dije.

- Me dejó dicho que si venías te diga que te espera en el río. Dijo.

- En serio entonces chao Nieves gracias. Dije y me fui emocionado.

La vi estaba de espalda. Y corrí a buscarla.

Narra Estefanía:

Estaba de espalda esperando a Fernando cuando de pronto sentí que alguien me tocó el hombro. Me di la vuelta y era él Fernando. Mi Fernando.

- Estefanía. No sabes cuanto tiempo esperé para hacer esto. Dijo y me besó.

Les juró que ese beso me llenó de lo vacía que estaba me llenó completamente. Nos separamos.

- No sabes cuanto te amo. Le dije.

- Y yo te amo mucho más. Me dijo.

- Yo sabía que un amor como el nuestro no podía terminar así. Le dije.

- Ahora si tendremos un final feliz. Me dijo.

- No. Yo no quiero un final feliz. Le dije.

- Entonces. Me dijo.

- Yo que todos los días terminen felices pero a tu lado. Le dije.

Y me besó.

- Porque no nos metemos a bañar al río. Lo que íbamos hacer hace 12 años. Le dije.

- No me parece mala idea. Me dijo.

Nos quedamos en ropa interior y nos lanzamos al río.

- Por fin estamos juntos no lo puedo creer. Le dije.

- Pues creelo, porque es verdadero. Me dijo.

Y nos empezamos a besar. El empezó a besar mi cuello.

- Espérate tantito. Le dije.

- Yo esperaré el tiempo que sea necesario. Me dijo.

- Es que yo si quiero estar contigo sólo que nunca he estado con nadie y me da un poco de temor. Le dije.

- De verdad. Entonces que toda la razón. Me dijo.

- Yo quería que tú seas el primero y el ultimo y yo estoy completamente segura de que quiero estar contigo hoy mismo. Le dije y lo besé.

Lo besé y besé y dejé de besarlo. Ya saben lo que paso después. Nos pusimos a conversar.

- Ahora si tu y yo nos vamos a casar. Y vamos a estar juntos por siempre. Me dijo.

- Nada me haría más felíz que ser tu esposa la señora de González. Te amo, te amo y nunca voy a dejar de decírtelo. Le dije.

- Yo también te amo. Ya quiero que todo el mundo sepa que tu eres mi prometida. Me dijo.

- Tu prometida. Le pregunte.

- Si mi prometida. Me dijo.

En ese instante sacó un anillo.

- Estefanía Lopezreina quisieras convertirte en mi compañera de vida, despertarte todos los días a mi lado y llegar juntos a ser viejitos. Me dijo.

- Eso no lo dudes Fernando González. Le dije con lagrimas en los ojos.

Nos dimos un beso.

- Sabes ya se cual puede ser el momento cuando avisemos a todos de nuestro compromiso. Le dije.

- Cuando. Me dijo.

- En el cumpleaños de Paloma es mañana. Ahi podemos ir juntos y decirle a todos que nos amamos. Le dije.

- Me parece una excelente idea.

Nos paramos y nos fuimos a nuestro respectivo hogar. Cuando llegue a la casa me sentí la mujer mas feliz del mundo. Me iba a casar con el hombre que amo y nada ni nadie lo podía evitar.

- Abuela que bueno que te encuentro. Tengo tantas cosas que contarte. Dije.

- Dime mi vida que paso. Me dijo.

- Esto paso. Dije y le enseñe el anillo.

- Mi vida estoy tanfeliz por ti espero que seas muy feliz a lado del hombre que amas. Dijo y me abrazo.

- De quién estas hablando de Rodrigo. Me dijo mi mamá.

- Tu sabes perfectamente que no estamos hablando de Rodrigo. Le dije.

- Ni te atrevas a aceptar a casarte con el engendro de Fernando. Me dijo.

- Y si lo hago que. Que me vas a hacer. Le dije.

Levantó la mano y me iba a dar una cachetada. Cuando mi abuela la detuvo.

- Ni te atrevas a levantarle la mano a mi nieta. Le dijo mi abuela.

- No te metas mamá. Ella es mi hija. Le dijo mi mamá.

- Y es mi nieta así que retirate porque ella está hablando conmigo y no contigo. Dijo mi abuela.

- Esta bien pero esto no se va a quedar así. Denlo por hecho de mi no se butla nadie. Dijo mi madre.

Me sentí muy mal y lloré en el hombro de mi abuela.

- Mi mamá nunca va a entender que Fernando y yo nos amamos. Dije.

- Algun día lo entenderá. Me dijo.

Y se quedó hasta que me durmiera.


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