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JURASSIC WORLD
CAPÍTULO 05
┗━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━┛𝟐𝟎𝟏𝟓
—¿Campo a través?
Silencio. Gray se encontraba tan ensimismado en los animales que recorrían la llanura que había ignorado las palabras de su hermano; Beth, simplemente, no quería dirigirle la palabra al mayor. Desde el incidente que había tenido lugar quince minutos atrás, la tensión había tomado las riendas de la giroesfera, y el silencio había sido su aliado.
—Creo que no tienes motivos para estar enfadada. A fin de cuentas, has hecho lo mismo, ¿no?
En parte sí, en parte no. A modo de contestación, lo observó. En su rostro había dibujada una sonrisa de prepotencia que Beth deseó eliminar de un puñetazo, pero se contuvo.
—Y bien, ¿campo a través? —insistió, a la espera de que en aquella ocasión alguien le otorgase una contestación.
—Han dicho que volvamos —musita el pequeño, recordando el aviso que habían recibido hacía un par de minutos.
—Y yo te he dicho que tenemos pases Vip. ¡Olvídate del aviso!
—Vamos a ir a la cárcel —dramatizó—. Nos van a rapar el pelo y nos van a someter a trabajos forzados.
—Sé de uno al que no le vendría mal —decretó la muchacha.
Zach negó. Discutir con Elizabeth no entraba en sus planes de ese fin de semana; sin embargo, no había logrado deshacerse de la rutina.
—Campo a través —afirmó, tomando las riendas y cruzando las vallas que marcaban el recinto de las giroesferas.
Ni a Beth ni a Gray les parecía una buena idea. ¿Pero llevar la contraria a la cabezonería de Zach? Se negaban.
—¡Mirad! —con orgullo, se pronunció—. Vistas privilegiadas de cuatro...dinosauriosos.
—Son Akylosaurus; y hay cinco —corrigió el más joven de los tres.
—¿Cinco? Gray, aquí solo hay cuatro dinosaurios.
—Aunque odie darle la razón a tu hermano, tiene razón. Solo hay cuatro.
En el mismo instante en el que se pronunció, se arrepintió. A simple vista, el panorama les otorgaba las vistas de cuatro Akylosaurus; pero si hacías empleo de la agudeza visual...
—Hay cinco.
—¿Enserio le vas a dar la razón al miope de mi hermano solo por no dármela a mí?
No respondió. Con cautela, buscó el brazo de Zach y lo apretó con delicadeza. El mayor, confuso, observó a su amiga. Beth, al percatarse de que la atención del chico estaba sobre ella, señaló el cristal con un leve movimiento de cabeza. El pánico se había apoderado tanto de la adolescente como del niño.
—Mierda... —susurró Zach al percatarse de que, efectivamente, sí había cinco dinosaurios.
No supo que decir, y mucho meno qué hacer. En un rápido movimiento aceleró la esfera con intención de huir de una inminente muerte. Pero los nervios dominaban sus torpes acciones, y poco tardaron en chocar contra un árbol; consiguiendo así que aquel circular trasporte quedase boca abajo.
—¡Vamos a morir! —la exclamación aterrada de Gray no fue negada por ninguno de los adolescentes. Opinaban lo mismo— Vamos a morir...
La mano de Beth se aferró con fuerza al brazo de Zach, demostrando así su pánico. Se hallaban atrapados, contemplando como una especie desconocida de depredador atacaba a los cuatro dinosaurios que Gray había reconocido como Akylosaurus.
—No vamos...no vamos a morir —sentenció el adolescente tras unos minutos de reflexión—. No vamos a morir.
—Sí que vamos a morir —contradijo la muchacha—. A menos que sepas cómo sacarnos de aquí, ¡sí vamos a morir!
—¿Quieres...quieres no perder la calma? ¡No vamos a morir!
La mirada desesperada de Zach se cruzó con los aterrados orbes de Elizabeth. Él también tenía miedo, pero demostrándolo solo lograría que su hermano y su mejor amiga entrasen en crisis.
Viva la vida de Coldplay comenzó a sonar en el bolsillo de la sudadera de Beth. Aturdida, rompió el contacto visual con el chico e intentó atrapar el móvil. La llamada entrante procedía de su hermano mayor, y una oleada de alivio la invadió. Pero sus manos temblorosas a causa del pánico le jugaron una mala pasada, y antes de poder descolgar la llamada, el teléfono aterrizó en el techo de la giroesfera.
—Mierda —musitó. Tanto ella como Zach hicieron el amago de recuperar el aparato electrónico, pero sus esfuerzos eran en vano.
—Chicos...
Ante del murmuro ahogado del pequeño, ambos adolescentes llevaron su mirada al frente. Aquel nuevo depredador de la naturaleza los contemplaba al otro lado del cristal, deseoso de poder convertir a aquellos tres jóvenes en parte de su merienda.
—Ahora sí que vamos a morir —en el instante en el que Beth se pronunció, el dinosaurio atrapó la esfera entre sus dientes. El pánico se había desatado, y los gritos aterrados se habían convertido en la melodía de aquel desértico bosque.
—No vamos a morir —volvió a asegurar Zach. Su mente había logrado reaccionar, y en un rápido movimiento desabrochó los cinturones que los apresaban a los asientos, logrando así que los tres aterrizaran sobre el suelo.
Veloz, atrapó las manos de su hermano y su amiga y los empujó a echarse a correr. La distracción del dinosaurio les había otorgado una clara ventaja, y para cuando este se dio cuenta de su comida había huido, los tres muchachos habían llegado a la que podría ser su salvación.
—Tenemos que saltar.
El cuerpo de Beth se tensó aún más, si eso era posible. Nerviosa, contempló la masa de agua que se encontraba al fondo del barranco.
—No. No puedo.
La desesperación se apoderó de Zach. Tenía que lidiar con un niño con miedo a las alturas y una adolescente que no sabía nadar.
—Te prometo que no te soltaré.
Quiso negarlo, una vez más. Pero era tarde. El mayor de los Mitchell había vuelto a atrapar la mano de su amiga; y sin perder el tiempo, la había obligado a saltar hacia el lago.
Cuando sus cuerpos impactaron contra el agua, Zach buscó veloz a Beth y la sostuvo con fuerza. Y, aunque en otras circunstancias estaría disfrutando de la cercanía de la chica, aquel no era el momento ni el lugar.
El peligro se había evaporado, y al ser consciente de ello, empujó a sus acompañantes hacia la superficie. Beth había entrado en pánico, pero al percatarse de que su amigo había comenzado a nadar hacia la orilla, comenzó a eliminar la tensión que la invadía.
—Te dije que no te iba a soltar, nunca —murmuró en el instante en el que sus cuerpos descansaron sobre el barrizal que se formaba a orillas del lago.
La cercanía de Zach hizo estremecer a Beth. Hacía diez minutos, quería darle un puñetazo al chico y gritarle; ahora, lo único que deseaba era besarle.
—Beth... —murmuró, incómodo ante la situación.
Aunque se hallasen en una situación de peligro, seguía siendo un adolescente con las hormonas descontroladas; y tener a su amiga tan cerca de él no lo ayudaba.
—Oye, ¿podéis dejar de hacer lo que quieras que estéis haciendo? ¡Hemos estado a punto de morir!
Nerviosos y tensos, se apartaron del otro. Era hora de emprender el camino de regreso al parque.
—Vámonos —formuló de manera brusca.
Beth dejó escapar un suspiro de frustración. El mero hecho de haber estado a un pequeño empujón de besar a Zach la desesperaba. Quería seguir manteniéndose fría con él, pero le resultaba más complicado de lo que había planeado.
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𝑱𝒖𝒓𝒂𝒔𝒔𝒊𝒄 𝑾𝒐𝒓𝒍𝒅 // Zᴀᴄʜ Mɪᴛᴄʜᴇʟʟ
FanficUn parque lleno de dinosaurios. Un adolescente temerario. Una joven curiosa. Un niño ilusionado. Nuevos experimentos. Nuevas amenazas. Nuevos peligros. Solo son dos días, ¿qué podría salir mal? • • • • • Portada hecha por: @JustAlexG