LA HISTORIA DE COSIUM (TRADUCIDO AL ESPAÑOL)

INMORTALIDAD, LOCURA O INOCENCIA

Capítulo 11: Redención

La luz del sol volvió al mundo un poco más cada día hasta que ahuyentó las últimas nubes oscuras y derritió todo, salvó las bolsas de nieve sucia más rebeldes que se escondían en los rincones sombríos alrededor del Castillo y la ciudad. Un rastro de escarcha intentó persistir en el aire, Pero las primeras brisas cálidas entraron y lo disiparon.

La celda de Benonic permaneció húmeda y fría, y así seguiría hasta que un portador de fuego calentara la mazmorra más tarde en la primavera para secarla y evitar que se formara moho. No había visto el cielo ni probado el aire fresco en dos meses. Una terrible sensación de apatía se había hundido en sus huesos hasta que casi deseó estar de nuevo en su antigua jaula. Al menos entonces estaría al aire libre. La eterna grosera de su celda a veces lo aplastaba con una cercanía sofocante y otras veces lo llenaba con una sensación de vacío, de un vacío negro.

Y aunque Reveka no había dicho nada, supo instintivamente que el último mes de embarazo de Athena estaba a punto de terminar. Si no se recuperaba...
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Reveka llevó el caldo a la cámara Real como de costumbre al medio día y abrió la puerta, notando a la partera junto a la cama. Se había arremangado las mangas largas y estaba ocupada palpando el estómago de Athena. Noire estaba tan concentrada que no se dió cuenta de que había alguien más presente.

"No mucho, pequeña. Te prometo que estarás a salvo" decía en voz baja y emocionada. "Ahora que ha comenzado, te veré pronto, tal vez está noche. Verás el sol y el cielo... ¡El mundo es hermoso!"

"¿Comenzó? Repitió Reveka, haciendo que Noire se diera la vuelta de un tirón. "¿Quieres decir que la Reina Athena está teniendo contracciones?"

La breve consternación en el rostro del lince fue reemplazada por una sonrisa. "Me asustaste. Las contracciones solo están en las primeras etapas ahora mismo. No hay necesidad de alarmar a nadie"

Pero el mapache verde dejó su bandera y se puso muy sería. "Sabes tan bien como yo que una mujer inconsciente no puede dar a luz" la mayor esperanza del Rey era que ella despertara antes de que entrara en labor de parto, de lo contrario, ¡Los dos probablemente morirían!

"Conozco una técnica que podría salvarlos y la he usado con éxito varias veces. Estoy bastante segura de que todo estará bien"

"No lo estoy" soltó Reveka. "¿Qué 'tecnica' vas a usar?"

"Corte del útero"

Por un instante, la sirvienta principal solo pudo mirarla, luego se acercó y agarró a Noire por el brazo. "¡Eso solo se usa en madres muertas para salvar a sus bebés! ¡Usarlo en los vivos es...! No sé dónde aprendiste una práctica tan bárbara, pero si hubiera sabido que este era tu plan hace dos meses, habría buscado otra partera"

Los dedos de Reveka sintieron algo estriado, caso como una cicatriz, y miró hacia abajo, captando una marca en la parte superior del brazo del lince azul marino. Noire se movió un poco demasiado rápido, deslizándose y moviéndose para que quedara oculta.

"Puedo entender tu reticencia. No es algo con lo que mucha gente esté familiarizada y nunca lo mencionó a menos que no haya otra opción. Si estás preocupada, eres bienvenida a quedarte aquí durante todo el proceso. Sin embargo, no habrá nada que ver durante horas"

"Tal vez no, pero volveré pronto"

En el momento en que estuvo sola, la expresión de Noire se endureció y colocó una mano protectora sobre el gran abdomen de Athena.

"Vieja entrometida. Habría sido más simple y mejor si no se hubiera involucrado, pero supongo que ahora no hay elección. Bueno, vale la pena estar preparada para algo como esto"