Till forever falls apart | Regulus Black |

Capítulo 6

Tras la aburrida clase de Transformaciones con la profesora McGonagall y su largo discurso sobre los T.I.M.O. en el primer y segundo período del martes, los estudiantes se dispusieron a almorzar en el Gran Comedor. Hope, como era habitual, comió junto a Pandora y Dorcas. Al finalizar el descanso, los alumnos de Slytherin de quinto año se dirigieron hacia la Torre Sur para dar Encantamientos con el profesor Flitwick durante el tercer y cuarto período de la jornada.

Al terminar la clase, lo estudiantes iban en dirección al aula de Cuidado de Criaturas Mágicas donde tendría lugar la siguiente lección. En el trayecto, Hope mantenía una conversación con sus dos amigas, y solo unos pocos metros detrás de ellas se encontraba Regulus junto a Caius, Evan y Barty. Ante esto, Crouch cruzó una mirada de complicidad con Rosier, señalando a la chica Malfoy. Barty se acercó a Black, e interrumpiendo la conversación que este mantenía con Caius, le dijo:
—Oye Reggie, ¿No mencionaste anoche por casualidad que pretendías hablar muy a menudo con cierta rubia que está a tan sólo unos pasos de ti? —añadió el castaño mientras sonreía—. Ya que por lo que observo, no lo estás cumpliendo —prosiguió este agarrando a su amigo del hombro.
—Y pretendo hacerlo, pero no ahora —contestó Regulus evitando el tema.
—Venga ya, no te rajes ahora —comentó Avery divertido—. Si sabes que lo estás deseando —le dijo mientras le revoloteaba el pelo.
—Está bien, está bien —exclamó Black asintiendo—. Pero es que no sé qué decirle, a ver, no me voy a acercar así por las buenas ¿no? —dijo tímidamente.
—Eso es exactamente lo que tienes que hacer amigo mío —añadió Evan con un tono juguetón—. Menos pensar y más actuar —prosiguió mientras le dio un empujoncito en dirección a Hope.
Regulus se aproximó desconfiado hacia la chica, y llamándola le dijo:
—Yo... esto... Hope, verás... —eso fue todo lo que consiguió sacar de su boca. En ese momento, pensó que era estúpido por aceptar los consejos de los idiotas de sus amigos, y más aún por haber ido hasta allí sin saber qué decir.
Ante el penoso intento de Regulus de formular una frase, Pandora y Dorcas se miraron y, con una expresión traviesa fueron solas hacia delante, dejándolos solos.
—¿Sí? ¿Qué pasa? —añadió Hope un poco desconcertada por la extraña actitud del muchacho—. ¿Te encuentras bien? —prosiguió.
—Ah, sí, sí, claro —contestó el chico rascándose la nuca—. He venido para decirte que Evan quiere ir este sábado a Hogsmeade, y me ha dicho algo de que le gustaría que fuera su hermana Pandora también —exclamó Regulus con lo primero que se le ocurrió decirle a la rubia sin que sonara raro.
—Pues vale, ya se lo digo luego —dijo la chica Malfoy sin entender el sentido de la conversación—. Pero ¿por qué no se lo pregunta Evan directamente a ella?
—A eso voy —añadió el moreno con una sonrisa—. Habíamos pensado que para que Pandora no estuviera sola rodeada de chicos os podrías venir Dorcas y tú también, si queréis, claro —prosiguió este intentando disimular su nerviosismo irguiendo su postura.
—Cuenta conmigo, y seguramente con mis amigas también —contestó Hope riéndose amablemente—. Si quieres puedo llevar a más gente, no es problema.
—Bueno, no sé, ya sabes lo que dicen. Dos son compañía, tres son multitud —exclamó Regulus en un desesperado intento por evitar que fuera todavía más gente.
El objetivo era pasar algo de tiempo con ella, no con media escuela. Pero todo lo que hacía siempre le salía mal, y esta vez no iba a ser diferente. A veces creía que tenía un talento especial para complicar las cosas, y esto lo llevaba a sobre pensar demasiado todo, hasta las más sencillas tareas. Cuando ya estaba empezando a ponerse nervioso, la voz de Hope le sacó de sus pensamientos.
—Me parece que más que dos seríamos unos siete —añadió la chica soltando una carcajada —. Pero está bien, no invitaré a nadie — prosiguió mirándole con expresión de amabilidad.
—Tampoco es que te obligue a que no invites a nadie, estás en tu derecho —le dijo Regulus alzando las manos intentando complacerla.
—Oye, si lo dices porque crees que iba a invitar a Sirius, no iba a hacerlo —contestó Hope pensando que el chico se refería a eso —. Ya se que no os lleváis muy bien que digamos, así que no te preocupes —exclamó la chica Malfoy compasivamente.
—Vaya, no sabia que te preocupabas por mí —exclamó riéndose para ocultar que en el fondo le había gustado que Hope dijera aquello.
—Sí, claro. Más quisieras —. Dijo ella mientras le daba una vuelta palmadita en el hombro haciendo una mueca.
En ese instante llegaron hasta el Aula de Cuidado de Criaturas Mágicas, y el profesor Kettleburn dijo interrumpiéndoles: —Buenas a todos. Bienvenidos otro año más a mi clase. Tomen asiento, por favor.

Ante las palabras de su profesor, Hope y Regulus se sentaron al lado de sus respectivos amigos antes de que diera comienzo la lección.