La joven Eztli está decidida a entrar en contacto con lo que sea que se esté escondiendo más allá de este mundo. Lo que no sabe es que este oscuro camino la llevará a sueños salvajes. Sus amigos están en camino hacia divertidas y espeluznantes avent...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
N/A
Advertencia
Este episodio contiene violencia.
"Patli, entra con ella", recordó Zacil con urgencia. El pensamiento de que su amada Peta estaba en peligro la animó, el miedo a perderla encendió una feroz determinación dentro de ella.
Mientras Eztli corría a través de la densa maleza, su corazón martilleaba en su pecho como un tambor de guerra que resonaba a través del bosque. El aire crepitaba con anticipación, una sensación de caos inminente impregnaba el entorno que alguna vez fue sereno.
Finalmente, llegó a un claro donde Peta yacía magullada, una visión trágica que encendió una feroz llama de protección dentro de ella. "¿Qué le has hecho?", hervía, su voz era un gruñido bajo que prometía venganza.
Frente a ella estaba Xayacatl, una entidad siniestra envuelta en sombras y malicia, sus ojos brillaban con malevolencia. "Ah, Eztli, tu valentía es encomiable, pero inútil. El destino de tu amiga está sellado", se burló, con una sonrisa torcida curvando sus labios negros.
Con un movimiento rápido y deliberado, Xayacatl desató su poder oscuro, conjurando un camino de destrucción que atrapó a Eztli, arrastrándola hacia la tierra misma.
Justo cuando Xayacatl levantó su mano con garras, lista para golpear a Eztli, una voz atravesó la tensión como un trueno. "¡Basta de tu tormento, Xayacatl!" La voz de Patli resonó con autoridad, un faro de luz en medio de la oscuridad que se acercaba. Con un hábil movimiento de su bastón, convocó a las fuerzas de la naturaleza para que la ayudaran en la inminente batalla.El aire crepitaba con energía mientras Patli cantaba antiguos encantamientos, su bastón ardía con una luz de otro mundo. Energías verdes y doradas se arremolinaban a su alrededor como una barrera protectora, desviando la malevolencia que emanaba de Xayacatl.
Eztli no perdió el tiempo. "Peta, ¿puedes ponerte de pie?", preguntó con urgencia en su voz mientras ayudaba a su amiga a ponerse de pie. Juntas, vieron el choque de luz y oscuridad que se desarrollaba ante ellas, el destino de su amiga pendía precariamente de un hilo.
Xayacatl, imperturbable ante el poder de Patli, se abalanzó sobre la hechicera con una ferocidad que parecía inigualable. Pero Patli era una fuerza a tener en cuenta. Con gracia y agilidad, esquivó los ataques de la criatura, contraatacando con sus propias ráfagas de energía mística."Me subestimas", declaró Patli, con determinación grabada en su rostro. Concentró su energía en una única ráfaga concentrada, apuntando directamente al pecho de Xayacatl. El impacto fue rápido y poderoso, haciendo que la entidad malévola se tambaleara hacia atrás, su forma oscura se disipó como humo en el viento.