My Little Prince ||Crossover||

7. Odio los funerales

Harry Velaryon (Harry Potter)

Caminé por los pasillos en busca de mis hermanos, aunque esperaba poder encontrar a mi madre. Me había enterado de que la tía Laena había fallecido dando a luz. Aunque los rumores a veces podían ser falsos, así que quería asegurarme por mí mismo porque no había rastro de mi padre. Lo cual era un indicio fundamental de que tal vez no fuera una mentira como yo quería creer.

Vi a mi madre caminar hacia mi dirección con una expresión triste en su rostro, por lo que definitivamente era verdad lo que había sucedido.

—Mi dulce niño —susurró ella una vez que estuvimos juntos y me estrechó en sus brazos.

—¿Es verdad? —murmuré, abrazándola fuerte, odiaba la idea de saber que mi tía favorita había muerto. Porque todos sabíamos que ella no se merecía ese final. Merecía todo lo bueno del mundo, y ahora ella ya no estaría con nosotros.

—Si mi dulce niño, justo iba a ir a buscaros a todos, debemos alistarnos para irnos —asentí, separándonos un poco.

—¿Y papá? —ella soltó un suave suspiro.

Habían pasado tantas cosas en este último tiempo que no estaba muy seguro de que nuestra familia pudiera aguantar algo más. Aunque sería bastante raro que nada ocurriera.

—Supongo que en el mar cielo, si quieres ve a buscarlo y yo me ocupo de los demás —asentí y ella me regaló una pequeña sonrisa, dándome un beso en la frente—. Ve con cuidado, ¿vale?

Asentí y me alejé de ella para salir de la fortaleza y empezar mi búsqueda por la playa. La cual no se me había hecho para nada larga porque lo encontré sentado en unas rocas, viendo el mar sin expresión alguna.

Me acerqué con cuidado, logrando llamar su atención.

Él me regaló una pequeña sonrisa y se movió un poco para poder sentarme a su lado.

—¿Pasó algo hijo? —no le contesté, así que lo que hice fue abrazarlo con todas mis fuerzas. Seguramente es lo que necesitaba en estos momentos.

A veces lo que más necesitaba una persona es un abrazo de su familia o alguna persona importante para él.

—No tienes que aparentar ser fuerte papá, yo estoy aquí y no voy a dejarte caer —susurre y él me estrechó con más fuerza sin hacerme daño.

Escuché sus débiles sollozos.

—Solo eres un niño, no debes crecer tan rápido —tal vez él estuviera en lo cierto, pero prefería ser así como era. Después de todo ellos me habían criado y me habían enseñado todo lo que sabía en estos momentos.

Estaba muy orgulloso de mi familia después de todo.

—Sé que nada de lo que te diga podrá hacer que te anime, pero quiero que sepas que la tía Laena sigue en ti —me separé un poco de él para colocar mi mano donde se encontraba su corazón—. Ella siempre estará ahí, porque ella vive en ti papá.

Él sonrió estrechándome de nuevo en sus brazos.

—Papá te quiere muchísimo no lo olvides. Siempre estaré ahí para ti y quiero disculparme contigo por si no estuve tanto como te gustaría, prometo cambiar eso —sonreí abrazándolo.

—No tienes que disculparte por nada, porque no has hecho nada malo. Entiendo que necesites tu espacio y eso está bien y es válido papá. Solo quiero que sepas que no estás solo y que siempre vamos a estar a tu lado, pase lo que pase.

—Gracias tesoro —susurró él, y ambos nos mantuvimos en silencio, abrazándonos.