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El chico era rubio teñído, sus ojos eran de un celeste intenso, su piel era apenas rosa y sus mejillas estaban levemente ruborizadas. Tenía labios delgados y barbilla partida.

—Yo-yo me llamo Edward pe-pero por favor, díme Ed.— habló con vergüenza.

—Lindo nombre, Ed.

—Gracias.— murmuró con timidez.

—Supongo que estás aquí por la misa y toda esa mierda.

—No es mierda. Así podremos agradecer a dios por el dí...

—¡Patrañas!— interrumpió el rubio.

—No entiendo que haces aquí si crées que son patrañas.— y con sus manos elevadas en el aire, hizo la última palabra con gesto de comillas, haciendo notar que lo decía irónicamente.

—Uh créeme, no es que quiera. Mi madre me obliga. Además no sabía que estaba hablando con un fanático religioso.

—Ya tengo que irme, adiós.

—¿Te irás como si nada? Tu y yo podríamos llevarnos muy bien si tan sólo me dejaras tu número.

—Ya, olvídalo.

Ed se dio vuelta dándole la espalda a Niall. —Entonces yo te daré el mío.- murmuró el rubio.

Se apresuró a alcanzar al pelirrojo y cuando lo tuvo al lado, metió con disimulo una tarjeta con su número telefónico dentro del bolsillo de su pantalón.

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—Estoy cansado madre. Ya iré a dormir.— habló Ed.

—Okay. Dulces sueños hijo. Mañana si quieres puedes dormir hasta tarde mientras voy a la ciudad por algo de verduras y frutas.

El chico asintió con la cabeza y se retiró a la habitación, se recostó en la cama y puso algo de música.

Luego de un rato se quitó el pantalón y la camisa quedando en ropa interior, pero no le importó ya que estaba solo en la habitación.

Algo cayó al suelo y se agachó a cogerlo. Era un papel que no recordaba haber guardado. En el susodicho había un número y al lado decía "Niall Horan" en letra cursiva.

"Niall Horan." pensó. De alguna manera ese chico le había agradado.

Cogió su celular, discó el número y luego de pensarlo unos segundos mandó un mensaje.

Desconocido 20:46 pm: Aquí tienes mi número. Tú ganas.

Niall 20:47 pm: Supongo que eres Ed...

Niall 20:47 pm: Y tampoco te creas tan importante. Yo siempre gano:)

Desconocido 20:48 pm: Sí, soy Ed.

Ed 20:49 pm: No has ganado nada más que mi número. Por cierto ¿en qué momento metiste tu tarjeta en mi bolsillo?

Niall 20:56 pm: Cuando te diste vuelta.

Ed 20:57 pm: Muy astuto.

Niall 21:07 pm: ¿Mañana tienes algún plan?

Ed 21:08 pm: No.

Niall 21:09 pm: Entonces, salgamos.

Ed 21:12 pm: ¿A dónde me llevarás?

Niall 21:12 pm: Hay un lugar al que suelo ir en verano. Es muy lindo de verdad.

Ed 21:13 pm: Okay(:

Niall 21:14 pm: Te iré a buscar por la iglesia 9:00 am. No te tardes.

Lunes, 9:06 am.

Ed buscó entre la gente hasta visualizar a Niall junto a una pequeña camioneta vieja. Llevaba puesto un short gris de algodón, una musculosa blanca y unas gafas de sol negras. En los pies, tenía unos viejos converse negros.

—Hola.— dijo mientras se acercaba al rubio.

—Tardaste 6 minutos más de lo acordado.

—Es que tuve que venir a pie, mi madre salió y se llevó el auto.

—Tienes un acento como de...

—¡Inglaterra!— exclamó con orgullo.

—¿O sea que no eres de aquí?— preguntó mientras hacía un gesto a Ed para que entrara al coche.

—No. Vine de vacaciones por dos semanas. Soy de Londres.- se sentó en el asiento del copiloto.— Me resulta muy nuevo toda esta parte de Mulligan. Demasiado campo.

—Eso es porque no has ido a la ciudad, es muy bella de veras.

—Bueno aún me quedan trece días para hacerlo.— sonrió.

Niall observó por unos instantes a Ed y arrancó el motor.

El viaje fue silencioso pero no incómodo. Cada tanto Niall comentaba alguna cosa pero Ed no le prestaba mucha atención, él iba mirando por la ventana, contemplando el verde paisaje.

Don't |•O.S Ned HeeranDonde viven las historias. Descúbrelo ahora