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Martes 17:45 pm.

Ed estaba acomodando un pequeño bolso con algo de ropa mientras Sleeping With Sirens sonaba en sus audífonos.

Estaba nervioso pero a la vez emocionado.

-Hijo, ¿qué haces?- preguntó Imogen asomando la cabeza por la puerta.

-Hoy me quedaré en lo de Niall.

-¿Qué? No jovencito, basta de rebeldías. Ya han salido ayer, no pasarás todos los días en su casa.

-Tranquila Madre, sólo iré hoy. Me vendrá a buscar y de paso puedes aprovechar a conocerlo.

-¿Por qué no te quedas aquí hoy Ed? Podremos cocinar pizza si quieres, yo sé que es tu comida favorita.- insistió.

Ed fue a responder hasta que el ruído del timbre interrumpió. -Debe de ser Niall.- el pelirrojo se acomodó el cabello y abrió la puerta.

-Hola Eddie.- Ed sonrió y depositó un beso en su mejilla haciéndolo entrar. -Con permiso.

-Llegaste 10 minutos antes.

-Pensé que tardaría más en llegar.- rió -¿Estas listo para irnos?

-Edward ¿no me vas a presentar a tu amigo?- interrumpió la mujer.

-Sí. Madre, él es Niall.- dijo mientras se hacía a un lado para que quedaran enfrentados.

-Es un placer señora...

-¡Imogen!- exclamó con una sonrisa en su rostro -El placer es mío.

-Bueno madre, ya nos íbamos. Nos vemos mañana.

-Adiós chicos, tengan cuidado.

-Quedece tranquila señora Imogen, yo cuidaré de su hijo.

Don't |•O.S Ned HeeranDonde viven las historias. Descúbrelo ahora