¿Nos Conocemos?

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-Esto es tan cliché.- Dijo el chico de ojos grises.

Yo todavía no salía de mi shock post caída y quedé como boba solo mirándole con el ceño fruncido.

Parpadeé y me incorporé, pero estaba tan mareada que volví a caer de bruces sobre él, terminando nuevamente en el suelo.

-Lo siento mucho.- Dije intentando ponerme de pie con más cuidado esta vez, pero entonces él se desesperó y me tomó por la cintura y se levantó conmigo agarrada.

-¿Andas sola?- Me preguntó.

-Eso no es de tu incumbencia, gracias por servirme de colchón pero debo buscar a alguien.- Dije soltándome de su agarre.

-Pero que amable, señorita, toda una damisela.- Dijo sarcástico

Iba a responderle pero Mase me interrumpió.

-Aine, ¿estás bien?

-Sí, claro, hasta ahora apareces, claro que estoy bien acabo de caer y casi me parto el pescuezo, estoy borracha y mareada, claro que estoy bien.- Respondí con aparente sarcasmo.

-Lo siento ¿si? Vámonos a casa, si el señor Wise te ve en ese estado me castrará... Ya son las tres.- Dijo y abrí mis ojos como platos. ¿Las tres de la mañana? Pero si pensaba que solo llevaba tres horas aquí, y tres rondas de vodka... Aparentemente todo de multiplicó por tres.

-Vale, vámonos.- Dije agarrando a Mase del brazo para no caer.

Pero cuando iba a avanzar el chico de ojos grises tiró de mi jersey hacia atrás para así quedar con mi espalda pegada a su pecho.

Me tensé.

-¿Qué haces idiota?- Pregunté y este rió en mi oído, un escalofrío me recorrió, su aliento caliente estaba en mi oreja y el calor que irradiaba su cuerpo lo sentía en mi cuello.

-Estas en deuda conmigo... Te salvé de romperte esa hermosa cara que tienes.- Me dijo.

-Ja,ja,ja ¿no sabes lo que es amor al prójimo? Esas cosas se hacen sin pedir nada a cambio, necesitas un viaje a la iglesia urgentemente pequeño satánico.-Dije tratando de soltarme y mirando sus tatuajes, eran hermosos y no los considero satánico, pero necesitaba un adjetivo que pudiera resultar molesto.

Pero terminé trayendo todo lo contrario.

-¿Eso crees? Deberíamos ir juntos ¿sabes? A ti también te hace falta un exorcismo pequeña alcohólica.- Reí estruendosamente.

-Vale, veremos si pasa, tanto tu como yo lo necesitamos, adiós chico de ojos grises.- Me despedí y fui hacia Mase quien me esperaba impaciente.

Lo escuché gritar por encima de la música.

-ADIOS PEQUEÑA ALCOHOLICA.- Reí y seguí a Mase hasta el auto.

-Solo espero que no estés borracho, ¿sabes?- Le dije a Mase quien me miró con expresión divertida.

-No lo estoy... O bueno, no tanto como tu.- Dijo y arrancó como alma que lleva el diablo.

Llegamos a casa y aparcamos, encontrándonos con Lion en la misma situación que nosotros.

-Hola, este es el trato, soy una tumba, si ustedes hablan los convertiré en eso.- Dijo sonriente.

-Trato.- Dijimos al unísono.

En ese instante las luces del salón se encendieron.

Abrí los ojos como platos y miramos a Mase.

Quien corrió hacia el flanco izquierdo de la casa a una pared llena de esa planta que se enredan y cubren las paredes, esa era la pared que daba a mi habitación.

Miss Sarcasm.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora