The perfect couple

Linda!

Linda! - grite al tiempo que tocaba el timbre del departamento sacudiendo mis dedos de la mano izquierda - ¡Linda!
- Voy, voy - dijo tras la puerta para luego abrirla - ¿Qué sucede?
- ¡me queme los dedos! - exclame mostrando mis temblorosos dedos - ¿tienes alguna crema? No esta mi tía ni Ilse, oh por Dios, ¡esto duele!
- Vale, calma - dijo tomando mi mano izquierda - joder _______, tus dedos lucen totalmente rosa.
Yo solo cabecee mientras soltaba una lágrima, de verdad me dolía, ni siquiera se en que pensaba cuando agarre los bordes de la olla caliente, así, ya se en lo que pensaba: Harry y Claudia.
Linda se hiso a un lado y me dejo pasar al departamento en el que para ser sincera pasaba gran parte de mi tiempo en ocasiones, definitivamente consideraba a Linda una de mis amigas mas intimas.
- ¿hielo? - casi gemí cuando la vi envolviendo hielo en un pañuelo - eso va a doler Linda.
- Eso te desinflamara un poco, luego agregaremos algo de crema.
- ¿eres doctora y no lo sabia? - bromee aun con mis ojos llenos de lagrimas soplando mis dedos.
- No, pero estas son cosas básicas que tu deberías saber, después de todo vas a casarte y nunca se sabe si un día a tu esposo le da hambre, va a la cocina y comete el mismo error de tomar las ollas calientes, inclusive tus hijos...
- ¿hijos? - pregunte sorprendida, Linda río.
- Si, hijos, tendrás tu propia familia _______, con Harry.
Hijos... propia familia.... Es curioso, no lo había visto de esa forma, es decir, solo pensaba en el hecho de que Harry seria mi esposo... algún día, pero Linda tenia razón, yo tendría en algún futuro mi propia familia y no solo seria mía, también seria la de Harry, nuestra familia.
Esa simple idea me hiso esbozar una gran sonrisa, tendría mi propia familia, Linda me devolvió la sonrisa al tiempo que ejercía presión en mi mano con el pañuelo de hielo, gemí de dolor.
- Es una suerte que el anillo no se quemo -bromeo Linda
- Es porque este no es cualquier anillo - dije arqueando mis cejas, Linda río.
- De eso estoy muy segura.
Permanecimos en silencio, ambas observando mis dedos mientras ella no dejaba de torturarme - ayudarme - últimamente Linda estaba mucho mas bonita, creo que era el hecho de que su cabello estaba un poco mas claro, siempre me pareció que era una chica con una belleza sencilla y natural, pero ahora incluso le agregaba a eso una belleza exótica.
- ¿Qué tal vas con el chico? - pregunte
- ¿Qué chico? - pregunto ella frunciendo el ceño.
- Jack, Jake bueno, cual sea su nombre - dije riendo, ella también río.
- James - me corrigió - y no, lo dejamos, de hecho solo estábamos saliendo, él era muy... no se, no me hacia sentir nada, excepto irritación.
- Eso es porque te gusta Zayn, y crees que el resto de los chicos no sirve -bromee, las mejillas de Linda se sonrojaron, para este punto de la vida, donde llevábamos seis meses conociéndonos el que Zayn le gustara ya era noticia muy confirmada.
- Deja de decir eso ________, en algún momento él o cualquiera de los chicos podría escucharte o aun peor, podría escucharte Paola.
Rodé los ojos, Paola aun era una gran confusión, el 30% de las ocasiones ella podía ser absolutamente agradable y el resto tan desagradable como chupar un limón con café y ajo en polvo.
- Paola cierto... ¿sabes? Si tanto te gusta Zayn ya es hora de hacer algún plan, no se... se que no eres indiferente para Zayn, es solo que Paola esta...
- ¿sexy? ¿lanzada? ¿le da lo que un hombre necesita? Si eso es lo que a Zayn le gusta, estoy feliz porque se quede con ella porque ni de lejos me abriré de piernas o seré del tipo "no somos novios devoremos nuestras bocas" para estar con Zayn, cambiar por un chico no esta en mis planes, además solo me gusta y ya.
- Vale, relájate nena - dije con una sonrisa - solo te iba a sugerir que lo ignoraras.
- ¿Qué?
- Si, ya sabes, a los chicos les gusta tener atención, no le eres indiferente a Zayn, él solo necesita escarmiento, no te estoy diciendo que le dejes de hablar, pero quizás ya sabes algo de coqueteo e indiferencia lo vuelva loco, claro, solo si realmente quieres.
- ¿y tu como sabes que eso funcionara? - pregunto curiosa.
- Uno de los poquitísimos consejos que me dio mama cuando entre en la adolescencia, ya sabes, el tiempo en el que no le importe mucho.
- Ya veo... pero yo no se coquetear - admitió en un tono avergonzado.
- Eres preciosa, tienes una sonrisa genuina, inteligente, solo necesitas relajarte y ya, lo único que tienes que hacer es coquetear un poco sin cruzar la línea de ser una fácil.
Pareció pensárselo al tiempo que se ponía de pie e iba por la crema para luego aplicarla en mis adoloridos dedos.
- A todo esto, ¿Cómo te quemaste? - pregunto
- Llame a Harry, quería invitarlo a comer - dije sintiéndome algo molesta - no podía, porque estaba con Claudia, ¡Joder! Simplemente me moleste.
- ¿no confías en él?
- ¡lo hago! ¡juro que lo hago!
- Entonces demuéstralo.