꧁Charlotte, Tom y Matheo Riddle, tres hermanos ligados por la sangre y el oscuro legado de su padre, Lord Voldemort, están dispuestos a enfrentarse a cualquier dolor, soportar cualquier lucha, y sacrificarlo todo para lograr su misión: traer de vuel...
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Charlotte se encerró en su habitación con el corazón todavía latiéndole con fuerza. La conversación con sus hermanos no había hecho más que alimentar su ansiedad. Se dejó caer en el borde de la cama, pasando los dedos por su cabello enredado mientras intentaba calmar su mente. Todo se sentía como un caos. La llegada de Beauxbatons y Durmstrang no solo había puesto en jaque sus planes; los había hecho pedazos. Y ahora, el peso de encontrar una solución parecía recaer más sobre sus hombros de lo que podía soportar.
Miró la tenue luz de las velas parpadeando en la mesita junto a su cama. El resto de la habitación estaba sumida en sombras, lo que hacía que el espacio se sintiera aún más sofocante. Se inclinó hacia adelante, apoyando los codos sobre las rodillas y entrelazando los dedos frente a su rostro. Tenía que haber algo. Alguna forma de retomar el control.
"¿Pero cómo?", pensó, apretando los dientes. Sus hermanos siempre parecían tan seguros, tan firmes en sus decisiones. Pero ella no podía dejar de sentir que estaban al borde de perderlo todo.
—Esto no puede quedarse así —murmuró, su voz apenas un susurro que se perdió entre las sombras de la habitación.
Se levantó y comenzó a caminar de un lado a otro. La desesperación daba paso a algo más: determinación. Si Mattheo y Tom estaban esperando que el plan se revelara solo, entonces era su trabajo encontrarlo. Si querían tiempo, ella tendría que conseguirlo. Pero eso significaba entender primero qué significaba la llegada de los otros colegios. ¿Cómo podían usarlo a su favor?
