El adiós, si es para siempre

Capítulo 08

Cuando estaba en la primaria, cada cierto tiempo nos hacían escribir nuestras cualidades y defectos, mi lista de cualidades siempre estaba en blanco al igual que la de los defectos, la maestra siempre me regañaba por no hacer el ejercicio, la situación aquí era que no podía ver nada en mi, ni siquiera lo malo, era como estar vacía, sola; hasta hace unos años que empecé a darme cuenta de que no me gusta como soy en ocasiones, la manera en la que actúo o pienso, las desiciones que tomo, la manera en la que visto, el tono en el que expreso lo que siento, quisiera algún día encontrar esas cualidades que toda persona debe tener.

-¿Hiciste la tarea del taller de dibujo?.- pregunta Oliver a mi costado.

-Si, bueno, al menos lo intenté, no creo sacar un excelente pero entregarlo es lo importante.- rio levemente.

Los talleres en la preparatoria son importantes si quieres salir con una buena nota, que eso ayudaría a entrar a una buena universidad, decidí entrar al taller de dibujo ya que era eso o hacer algún deporte; el dibujo no se me da en lo absoluto pero hago mi mayor esfuerzo.

Ya han pasado unas cuantas semanas y Alain me tiene bastante estresada y ocupada buscando al chico misterioso del que me habla todos los días, ¿cómo se supone que voy a encontrarlo?.

-Buenos días alumnos, hoy vengo a explicarles a detalle sobre el proyecto que tendremos al finalizar el curso, se que aún falta tiempo para eso pero quiero que durante todo el curso vallan ideando y creándolo.- dice la maestra Lili, encargada de nuestros taller.

-Bien, como somos muchos alumnos, el proyecto se hará en parejas, ustedes son libres de elegirlos, una vez que tengan a su pareja tendrán que conocerse más a detalle, analizar a su compañero, tratar de descifrar lo que expresan sus gestos, sus manos, sus movimientos, y conforme tengan una imagen clara de ello, los dibujarán de una manera que ustedes los perciban, esa pintura nos va a transmitir todo sobre esa persona así que fíjense en esos pequeños detalles que nadie más nota y plásmenlo en el lienzo; ¿entendieron lo que tienen que hacer?.- pregunta la maestra.

Todos afirmamos a su pregunta, todos comienzan a juntarse en parejas y la chica que siempre se sienta a mi lado me voltea a ver e inmediatamente se levanta de su lugar en busca de su pareja.

Me levanto del banco y comienzo a buscar a alguien sin pareja para armarme de valor y acercarme, y justo cuando veo en el rincón del salón a un chico solo, me acerco lentamente, pero de repente un toque en mi hombro me hace detenerme y girar para encontrar a Oliver.

-Yo aún no tengo pareja, ¿te gustaría que tú y yo seamos?.- pregunta con su suave voz y ese toque delicado que siempre usa al hablar conmigo.

Eso se escuchó un poco extraño, ¿el y yo? ¿Pareja?, de trabajo claramente, dudo un poco sobre ello ya que mi madre me mataría si se entera de esto, estoy dispuesta a rechazarlo e irme con el chico solitario pero cuando volteo en busca de él ya estaba con alguien más, así que no me queda más que encarar a Oliver y aceptar a su propuesta.

-Está bien, acepto.- contesto

-Excelente, verás que nos irá muy bien, un día en la semana podríamos salir juntos a algún lugar, conocernos un poco más y así poder empezar el trabajo, ¿te parece si el viernes vamos al boliche?.- pregunta cuando vamos saliendo del salón de artes.

-Claro, solamente que sería saliendo de mi trabajo, ¿está bien?.

-Sin problema, igual yo paso por ti, ¿en donde trabajas?

-En la librería cerca del estadio de béisbol, se llama "La tribu del papel" ¿si la ubicas?

-Si, creo haberla visto de lejos, entonces yo paso por ti Lía.- dice guiñado un ojo, bromeando.

-Ahí estaré.- contesto igual bromeando.

Se me escapa una risita y me despido de Oliver, las clases ya terminaron pero antes de irme a mi casa voy al baño del colegio que ya no aguanto.

Cuando estoy lavándome las manos, Alanah sale de uno de los cubículos, yo trato de pasar de ella y su voz hace detenerme.

-No se que es lo que buscas o quieres de Oliver niña, pero más te vale alejarte de él, ya bastantes problemas tiene el como para cargar con un problema mayor como lo eres tú, no quiero verte cerca de él.- dice con un tono muy despectivo hacia mí.

Yo me quedo callada y salgo corriendo de ahí, voy directo a mi casa.

-Ya llegué.- aviso a mi padre que está en la sala viendo la tele.

-Mi niña ¿cómo te fue?.- pregunta.

-Bien pa, me siento algo cansada iré a descansar un ratito en mi habitación.- subo las escaleras casi corriendo.

Cuando entro me encuentro a Milo, acostado en su cama, en cuanto me escucha se levanta para empezar a brincar de felicidad.

-Yo también te extrañe amigo.- besó su cabeza y procedo a aventarme a mi cama.

Jamás entenderé el odio que existe en las personas, me pregunto ¿porque son malas? O más bien, ¿alguien las habrá hecho malas?, el entorno en el que nos desarrollamos influye mucho en nuestra persona pero no hay porque culpar a otros de nuestras acciones, nosotros sabemos razonar y diferenciar sobre lo que está bien y lo que no, solo desearía que las personas no fueran malas y mucho menos lastimaran a personas que no lo merecen.

A. Hernández 🥀