Capítulo 12

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Camila's POV

A 5 grados bajo cero en el exterior, la casa de Lauren era cuanto menos apetecible. La chimenea crepitaba y daba el color anaranjado y una sensación acogedora a las estancias, que se inundaban del olor a leña quemada. Llevaba puesto un jersey de lana azul y unos jeans ajustados con unas Vans negras, que más bien parecían de Lauren.

-Tu culo me tapa el calor de la chimenea. –Escuché que decía. Estaba sentada en el sofá con las manos entre las piernas, y yo de pie delante del fuego para que me calentase las manos.

-Pues míralo, no te molesta. –Le respondí, sintiendo manos apretar mis nalgas y tirar de mí.

Me senté en su regazo, y pasé un brazo por el cuello de Lauren viéndola sonreír. Sus ojos estaban clavados en mis labios, literalmente, y me encantaba jugar con ella. Los mordí un poco y pasé la lengua por estos lentamente, casi provocando que Lauren jadease, pero sólo se quedó con los labios abiertos.

-¿Qué te pasa? –Pregunté con una sonrisa, y ella negó sin dejar esa mirada perdida.

-Nada que... Me gustan tus labios. –Incliné un poco la cabeza para besarla y pude notar el sabor a menta que tenía su boca.

-¿Estabas comiendo chile? –Me separé un poco, pero seguía besándola y separándome, dejando unos segundos para que Lauren contestara entre los besos.

-Si.. –La besé de nuevo, y otra vez. –Estoy. –El beso se hizo más lento, entreabriendo mis labios para dejar que su lengua chocase con la mía, y poder sentir la humedad de su boca y cómo sonreía al poder jugar con mi lengua de la manera en que quería.

El sonido de nuestras lenguas fundiéndose entre ellas lentamente se mezclaba con el de las chispas de la chimenea, y Lauren controlaba el beso como mejor sabía. Mi lengua acariciaba la suya, daba pequeños toques hasta que abrí un poco más la boca para introducirme un poco más en ella, pero al separarme de Lauren me llevé conmigo el chicle de menta. Me separé de ella y masqué el chicle, haciendo una pequeña pompa.

-¿Chicle? –Alcé una ceja con una suave risa, poniendo una mano en su mejilla para darle besos tiernos y lentos.

-Quería tener buen aliento.. –Susurró antes de que la volviese a besar. Pasé el dedo pulgar por su labio inferior, que se movía carnoso bajo mi tacto, y me separé. Me saqué el chicle de la boca y lo enrollé en un papelito, dejándolo en la mesa para girarme de nuevo hacia Lauren. Llevaba puesta una camisa negra, unos jeans rotos por las rodillas blancos y justo cuando iba a echarme encima de ella para besarla, Lauren se separó.

-¿Qué ocurre? –Metí un mechón de pelo tras mi oreja, algo acalorada por la chimenea y los besos de Lauren.

-Es... Es que no quiero que pienses que te invité por el sexo. –Suspiré cerrando los ojos de resignación.

-Cariño, no pienso eso. –Negué apoyando las manos en su abdomen. Tenía una pierna a cada lado de su cuerpo, y me incliné un poco sobre ella. –Además, necesito que me hagas el amor. Como quieras, me da igual. Porque llevo dos semanas sin ti, y estoy que me subo por las paredes.

-Menos mal, creía que ya era adicta al sexo. –Lauren me besó, y fue lento, tan lento que me hacía desesperarme. –Quiero.. Quiero que sea especial. –Susurró, y puse las manos en sus mejillas, rozando mi nariz con la suya.

-Siempre es especial. –Lauren sonrió y asintió levantándose.

-Dame un segundo. –Me senté en el sofá dejándola ir, porque eso tenía Lauren, que no sabía por dónde te iba a salir. Al poco rato, volvió y puso una manta frente a la chimenea. Sin duda, Lauren sabía cómo hacer que fuese especial de todas formas.

» they don't know about us 2 || camrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora