Be as famous V || [Katherine McNamara + Dominic Sherwood]

Capítulo 7.

Me sentía sola, sola ante la adversidad. Completamente sola y quienes podían ayudarme se limitaban a decir que mi amnesia era fácil de fingir. Me sentía estafada y frustrada, mis padres, mi familia al completo lo estaba pasando mal y solo se paraban a pensar que quizás mi amnesia era fingida. Estaba cabreada con el mundo y con mi madre no podía pagar mis frustraciones. Caminaba por un pasillo que al igual que en mi casa, estaba lleno de fotos familiares, pero no sabía hacia donde iba por que no me acordaba por donde habíamos venido. Me quede apoyada en el pasillo mirando las fotografías. En todas, Gemma y Ash sostenían a Will de pequeño. Will dando sus primeros pasos, Will montando en bicicleta junto a Thomas, Will solo, Will con mis hermanos y Will conmigo.

Me observaba en las fotografías y salvo el parecido que mantenía con Harry podría parecer adoptada, Will sin embargo se fusionaba bien con todos mis hermanos, pero yo no. Todos eran tan rubios, tan altos, tan imponentes... y yo era bajita, pecosa y pelirroja. Me pegué a la pared y me dejé caer hasta el suelo, flexioné las rodillas y las rodeé con mis brazos mientras hundía la cabeza en ellos. Al cabo de un rato sentí como otro cuerpo se desplomaba a mi lado, no le hacía falta mirar para ver de quien se trataba.

Llevábamos días sin estar a solas, días en los que nos limitábamos a mirarnos desde lejos y de soslayo cuando el otro no miraba. La vergüenza nos podía y las ganas aún más. Durante esos días me probé a mi misma provocando una situación comprometida con Jim, mi novio. No llegamos a hacer nada del otro mundo, básicamente por que cada vez que sentía sus manos en mi vientre desnudo me daban ganas de vomitar, no por él evidentemente... si no, por que me sentía violenta con la situación y no estaba agusto con él. Sabía que por mucho que me forzase no íbamos a llegar lejos. Esa noche me fui, pero antes le pedí algo de tiempo. No se lo tomó muy bien pero dadas mis circunstancias en temas de memoria no le quedaba de otra, era eso o cortar por lo sano. Mis amigas decían que no podía tirar por la borda una relación tan perfecta como la nuestra, pero la única perfección que yo había alcanzado era besando a Will.

Sin embargo ahí estábamos, sentados en el suelo sin decir nada. Al cabo de un rato, elevé la mirada y ahí estaba él, mirándome en silencio.

-No tienes ni por qué hablar, pero tan solo déjame estar cerca de ti.-Me arrastré en el suelo y me pegué a él.

-Nadie me cree Will, nadie.-Le miré y de pronto solté por la boca lo que me oprimía el pecho.-...¿Y si...? ¿Y si yo la maté?.

-¿Estás de coña no?.-Me espetó con la voz algo elevada, pero de pronto justo cuando iba a seguir hablando escuchamos como nuestras madres venían en nuestra dirección.-Joder, ven.-Me agarró de la mano y tiró de mi. Me levantó y me llevó con él a través del pasillo, a los pocos segundos me estaba metiendo en una puerta. Al entrar un intenso aroma a menta me invadió. Miré la habitación y era la suya.

Caminé hasta el centro del dormitorio y me paré para observar detenidamente todo.

-Yo... ¿He estado alguna vez aquí?.-Will caminó por detrás de mi hasta que se dejó caer en la cama.

-De pequeña a patadas, después no.-Suspiré.

-Debía de ser el demonio.-Suelta una carcajada y se estira para agarrar mi mano.

-El demonio puede.-Hace una pausa.-...pero una asesina no.-Tira de mi y me pone delante. Agarra con ambas manos mi cintura y pone su frente sobre mi vientre. La situación dadas las circunstancias podría resultar la mar de incomoda sin embargo resulta ser todo lo contrario. Hundo mis manos en su pelo y noto como cuando mis yemas palpan su cuero cabelludo a él se le eriza la piel.

-Lo he dejado con Jim.-Murmuro pero Will ni se mueve del sitio.-...hemos... bueno, me probé a mi misma estando con él y no pude.

-Espero que yo no tenga nada que ver en tu decisión, realmente lo espero Em.-Sé que miente pero aún así sus palabras son como alfileres que se me clavan.