Capítulo 9.

235 28 6
                                    

Nadie en la casa me había escuchado, por que nadie había venido a ver que me pasaba, tampoco es que esperase a que viniesen a verme y en parte lo agradecía. ¿Que decía? ¿Que había soñado como una sombra mataba a Summer y me intentaba matar a mi? con eso solo me auto catalogaría como la loca mayor del reino. Y estaba claro que mi propia familia no pensaría eso de mi, pero mi salud mental si que les preocupaba y yo misma era consciente de ello. No pensaban que estuviese loca, ni mucho menos, pero si que necesitaba ayuda psicologica para pasar por este trance. Me había negado mil veces a ello y seguiría negandome.

Bajé de la cama casi a la fuerza y me deslicé hasta el tocador. Todo el maquillaje se me había echado a perder y bajo los ojos unos grandes surcos me cruzaban la cara. Tenía los ojos vidriosos y los labios resecos con ligeras capas de labial rosa. Estiré la mano derecha y empecé a aplicarme una especie de tonico para desmaquillarme. Odiaba el maquillaje, lo había descubierto ese mismo día y en ese mismo momento. Me di tantos restregones que cuando terminé, la piel se me había quedado ligeramente sonrojada.

Me quité el odioso vestido que me oprimía y me metí en la ducha, me pegué a la pared y me pregunté si el baño también tendría alguna camara. Me crucé de brazos y bajo una lluvia de gotas de agua, me deje caer hasta quedar sentada. Me froté todo el cuerpo y cuando salí envuelta en una toalla, me vestí con un sencillo vestido blanco, muy similar al que Will me había comprado. Me senté en el tocador, me peiné y me alisé el pelo hasta dejarlo lacio, me apliqué pequeñas dosis de maquillaje y nada más. Las ojeras que tenía era imposible cubrirlas, los nervios me estaban destrozando.

Salí al pasillo, no sabía que era hora con exactitud pero justo cuando salí, lo hizo Thomas de su cuarto. Iba tan guapo que una sonrisa de oreja a oreja me recubrió todo el rostro. Se parecía a mi tía Gemma, sobre todo en la forma de los ojos. Me miró con un descaro que rayaba lo normal.

-Estas guapa, mucho mejor que con esos vestidos tuyos...-Caminó hasta mi y me agarró del brazo.-.... oh y sin una pizca de maquillaje, me gusta me gusta.

-¿Más natural no?.

-Más tú.-Caminamos juntos hasta llegar a la zona de la escalera, entonces en el recibidor se abiró una puerta, era Will. Le vimos desde arriba y sin darme cuenta mi cuerpo se echo hacia atrás. Entonces, Leah salió de su cuarto y corriendo sigilosamente se lazó sobre su espalda. Will empezó a reirse y juntos se fueron hasta el gran salón. Cuando quise darme cuenta había acaparado la atención en exceso de Thomas.-No sé que pasa entre ambos, pero solucionarlo.-Le miré haciendome la sueca pero se notaba que engañar a Thomas no era facil.-....mira Emery, seré muchas cosas pero no soy ciego, no lo soy ahora y no lo era entonces.-Trago saliva y algo me dice que sabe más de lo que dice.

-No sé a que te refieres Tom.-Atajo y noto como me tenso, curva una sonrisa.

-Sí, sí que lo sabes, pero si quieres podemos fingir no saberlo.-Hace una pausa.-....mira lo que trato de decir, es que es un buen tío y que como no recapacites vas a perderle. Y quizás cuando te des cuenta de la gran persona que es, sea demasiado tarde.-Miro hacia bajo y siento un escozor en el estomago.-Venga patito, siempre hay solución y esto puede solucionarse fácilmente. 

No digo nada, pero supongo que tampoco hace falta que lo haga. Bajamos juntos y justo cuando estamos entrando en el salón mi hermano decide hacer una de sus miles espantadas y dejarme sola. Me quedo en el marco de la puerta y de repente noto por la espalda una sensación extraña. Una especie de hilera de recuerdos que no termina de dejarse ver, acude a mi. Parpadeo y cuando miro la sala veo que Will baja la guardia y me mira. Cuando nuestros ojos se encuentran la desvía rápidamente.  Leah que está sentada a su lado, no para de enseñarle cosas de su teléfono móvil. Will parece realmente interesado pero no puede evitar removerse en el sitio. No podemos, por mucho que lo intentemos no podemos fingir indiferencia. Entro al salón y a medida que camino noto como las ganas de mirarle crecen y crecen hasta tal punto de que tengo que comerme mi propio orgullo y mirarle. Justo cuando lo hago, él lo hace también. Bajamos la mirada. Desde un ángulo de vista externo debemos de parecer idiotas, me muerdo el labio y reprimo un atisbo de sonrisa. Me apoyo en el marco de la ventana y miro en dirección del jardín, entonces entre los árboles diviso una pequeña cabaña de madera. Está algo destartalada pero es bonita. Pego una mano en el cristal y un recuerdo viene a mi. Es difuso pero lo veo con claridad, tengo ocho años y estoy subiendo por las escalerillas hacia arriba, arriba un pequeño Will me espera. Estoy apunto de recordar algo más de aquello pero una mano se posiciona en mi hombro y me sobresalto. Me giro y allí está Nora. Tiene los ojos ligeramente enrojecidos, no le pregunto nada pero no me hace falta ser adivina para saber que se trata de su jefe.

Be as famous V || [Katherine McNamara + Dominic Sherwood]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora