capitulo 37

37 4 0
                                    

El aire pesado del bosque parecía apretarme el pecho mientras caminaba, perdido en mis pensamientos. Mi mente seguía dando vueltas alrededor de lo que había ocurrido con Alexa, y esa sensación de rechazo me consumía. No podía quitarme la culpa de encima, ni las preguntas sin respuesta que me atormentaban. ¿Por qué había hecho lo que hice? ¿Por qué me había alejado de ella?

La imagen de Scarlet, mi primer amor, nunca se borraba de mi mente. Y el dolor por su pérdida seguía siendo tan vívido que me hacía imposible ver a Alexa sin recordar lo que había sucedido. No podía arriesgarme a volver a sentir lo mismo, no otra vez.

Pero algo, o mejor dicho, alguien, me sacó de mis pensamientos. Una presencia entre los árboles que no había notado hasta que se hizo demasiado cercana. Levanté la vista y ahí estaba: Demian.

Un escalofrío recorrió mi cuerpo. No lo conocía bien, pero sabía que no era un amigo cercano. ¿Qué hacía aquí? ¿Cómo había llegado hasta este lugar? No lo había visto nunca con Alexa o Joshua, pero su llegada era inconfundible. Su mirada estaba fija en mí, y aunque no dijo nada, el silencio entre nosotros era denso, tenso.

Detrás de él, pude ver a Alexa y a Joshua. Ellos no me miraban directamente, pero se notaba que estaban allí por una razón. ¿Habían venido a hablar de lo que pasó? ¿Qué sabían ellos de lo que ocurrió? Mi estómago se revolvió al ver a Alexa, y por un momento, desee haber podido desaparecer.

Demian dio un paso al frente, su mirada fija en mí. No podía leer su expresión, pero había algo en ella que me hizo sentir incómodo, como si esperara algo de mí.

Demian: – Mateo, tenemos que hablar

Mi pecho se tensó, y aunque traté de mantener la calma, mi mente estaba en caos. No sabía qué quería Demian, pero el hecho de que él y los demás estuvieran aquí me hizo pensar que las cosas no irían bien.

Mateo: – ¿Qué quieres, Demian?

Demian: – Sobre lo que hiciste con Alexa

Mi corazón dio un salto. ¿Cómo sabía él? No había hablado con nadie sobre lo que había pasado. ¿Cómo se enteró? Mi cuerpo se tensó, y miré a Alexa, esperando que me diera alguna señal. Pero ella estaba callada, mirando al suelo, como si no quisiera intervenir.

Demian: – Sé que la rechazaste. No sé qué demonios te pasa, pero no voy a quedarme callado mientras sigues tratándola de esa manera

Las palabras de Demian me golpearon como un puñetazo. No podía creer lo que estaba escuchando. Mi mente entró en un torbellino de pensamientos. ¿Qué se suponía que debía hacer ahora? ¿Cómo podía explicarle a Demian lo que había pasado si ni yo mismo lo entendía?

Mateo: – No sabes nada de lo que pasó. No entiendes por qué hice lo que hice

Demian: – ¿Ah, no? Pues explícame entonces. ¿Qué demonios te hace pensar que tienes el derecho de rechazarla? ¿Qué te hace tan especial para tratarla de esa forma?

Su tono estaba lleno de furia, y me sentí acorralado, como si no pudiera escapar de lo que había hecho. ¿Por qué estaba tan enojado? ¿Qué esperaba Demian que hiciera? No podía dejar de recordar lo que había pasado con Scarlet, y todo el dolor que todavía me perseguía.

Mateo: – No entiendes, Demian. No puedes. No sabes lo que es perder a alguien. No sabes lo que es cargar con la culpa

Demian: – Claro que no lo entiendo. Pero sé que no es excusa para tratar a Alexa como lo hiciste. Ella no merece eso.

Joshua: – Demian, cálmate. No va a ayudar gritar. Este no es el momento para seguir peleando.

Demian: – ¡No puedo quedarme callado, Joshua! ¡No puedo ver cómo sigue sufriendo por alguien que ni siquiera la valora!

Demian se acercó aún más, sus ojos brillaban con furia, y mi corazón se aceleró. Pero no podía dejar que esto continuara. No podía dejar que alguien más decidiera lo que debía hacer con mi dolor.

Mateo: – ¡Basta, Demian! – grité, mi voz salió más fuerte de lo que había planeado. Me quedé quieto, respirando profundamente. No quería pelear con él, pero las palabras de Demian me estaban sacando de quicio. – No sé qué quieres que haga, pero no vas a venir a darme lecciones sobre lo que he hecho. No sabes lo que significa perder a alguien que amabas.

Mi Mate ¿La Omega? [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora