capitulo 41

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¿Acaso morire aqui?, no quiero-Su mente quedó vacía, sin recuerdos, sin pasado. La única sensación que persistió fue la presión en su pecho, el latido de su corazón aún fuerte, aunque debilitado por el impacto.

Cuando despertó, estaba en un lugar desconocido, La fría humedad había sido reemplazada por una cálida habitación de piedra, adornada con muebles elegantes y una luz tenue que caía desde el techo. El olor a hierbas y a madera fresca la envolvía.

No recordaba cómo había llegado allí , Su cabeza dolía, y la confusión era tan profunda que no podía enfocar sus pensamientos. Pero lo que sí sentía era una necesidad urgente de cumplir con algo, una necesidad que la impulsaba a levantarse y obedecer.

Fue entonces cuando una figura apareció ante ella: una mujer, de rostro serio y ojos calculadores, que la observaba con una sonrisa sutil.

-Despertaste-dijo la mujer con una voz suave, pero llena de autoridad-. Te he cuidado, te he dado una nueva oportunidad.

no entendia del todo lo que ella me decía sin embargo La voz de la mujer me parecía familiar, como si ya la hubiera escuchado antes, pero no podía recordar. Todo lo que sentía era un vacío, una desconexión con su antiguo yo

La mujer comenso a acercarse con paso firme- Eres una herramienta, una extensión de mi voluntad. Y lo que quiero, lo conseguiré.

Aun sin comprender completamente las palabras de la mujer, asinti lentamente. No tenía razón para dudar. Algo en mi interior me decía que esta mujer me había dado un propósito, que lo que ella le pedía debía ser cumplido sin cuestionar.

-Hay alguien que necesitas encontrar -continuó la mujer, su tono ahora más grave- y quiero que la traigas ante mí -La mujer sostuvo su mirada, sin dudar.

asinti, aunque mi mente aún estaba nublada, pero algo me empujaba a seguir sus órdenes sin cuestionar.

-Lo haré -dije en voz baja

La señora sonrió con satisfacción-Bien. Cuando encuentres lo que te pedí, sabrás qué hacer. No falles. -La voz de la mujer se volvió más fría, casi cortante, y por un momento, su mirada parecía perforarme, como si pudiera ver directamente dentro de míAcaso morire aqui?, no quiero-Su mente quedó vacía, sin recuerdos, sin pasado. La única sensación que persistió fue la presión en su pecho, el latido de su corazón aún fuerte, aunque debilitado por el impacto.

Cuando despertó, estaba en un lugar desconocido, La fría humedad había sido reemplazada por una cálida habitación de piedra, adornada con muebles elegantes y una luz tenue que caía desde el techo. El olor a hierbas y a madera fresca la envolvía.

No recordaba cómo había llegado allí , Su cabeza dolía, y la confusión era tan profunda que no podía enfocar sus pensamientos. Pero lo que sí sentía era una necesidad urgente de cumplir con algo, una necesidad que la impulsaba a levantarse y obedecer.

Fue entonces cuando una figura apareció ante ella: una mujer, de rostro serio y ojos calculadores, que la observaba con una sonrisa sutil.

-Despertaste-dijo la mujer con una voz suave, pero llena de autoridad-. Te he cuidado, te he dado una nueva oportunidad.

no entendia del todo lo que ella me decía sin embargo La voz de la mujer me parecía familiar, como si ya la hubiera escuchado antes, pero no podía recordar. Todo lo que sentía era un vacío, una desconexión con su antiguo yo

La mujer comenso a acercarse con paso firme- Eres una herramienta, una extensión de mi voluntad. Y lo que quiero, lo conseguiré.

Aun sin comprender completamente las palabras de la mujer, asinti lentamente. No tenía razón para dudar. Algo en mi interior me decía que esta mujer me había dado un propósito, que lo que ella le pedía debía ser cumplido sin cuestionar.

-Hay alguien que necesitas encontrar -continuó la mujer, su tono ahora más grave- y quiero que la traigas ante mí -La mujer sostuvo su mirada, sin dudar.

asinti, aunque mi mente aún estaba nublada, pero algo me empujaba a seguir sus órdenes sin cuestionar.

-Lo haré -dije en voz baja

La señora sonrió con satisfacción-Bien. Cuando encuentres lo que te pedí, sabrás qué hacer. No falles. -La voz de la mujer se volvió más fría, casi cortante, y por un momento, su mirada parecía perforarme, como si pudiera ver directamente dentro de mí.

La seño4a extendió su mano, y de pronto sentí un calor que ascendía desde mi pecho hasta mi garganta. No podía moverme, no podía resistirme. Algo dentro de mí despertó, algo primitivo y extraño. La presión en mi cabeza aumentó, y en mi mente se formaron imágenes borrosas: figuras distantes y una sensación de urgencia que me dejó sin aliento.

-Esto será el comienzo de tu verdadero propósito -dijo, mientras retiraba su mano con una expresión de satisfacción. Su toque había dejado una marca, una sensación persistente como brasas bajo mi piel.

Me tambaleé, intentando recuperar el control, pero era como si la voluntad de la mujer hubiera tomado posesión de mi ser. No tenía opción. Y aunque mi mente gritaba preguntas, ninguna lograba abrirse paso.

-Antes de cumplir mi orden, debes ser digna del poder que yace en ti -anunció, mientras señalaba hacia una puerta en el extremo de la habitación-. Hay entrenamiento, sacrificios y secretos que aún desconoces. Pero tranquila, te prepararé para lo que está por venir.

Su voz era un hilo firme que me sostenía entre la confusión y la obediencia. Dio media vuelta y avanzó hacia la puerta, esperando que la siguiera. Mis pies, como si tuvieran vida propia, comenzaron a moverse.

-Recuerda esto: no eres libre. Todo lo que hagas, cada paso que des, será para mi beneficio. Si te desvío, no volverás a tener otra oportunidad. -El tono gélido de su voz se mezcló con el eco de sus pasos en el corredor de piedra.

El pasillo era aún más oscuro que la habitación, y el aire parecía vibrar con una energía desconocida. Las paredes estaban grabadas con símbolos que no entendía, pero que sentía profundamente. Eran como un susurro constante en el fondo de mi mente, prometiendo tanto poder como peligro.

-Tienes potencial -continuó la mujer mientras me guiaba a lo que parecía ser una sala más amplia-. Pero no basta con que lo tengas. Necesitas aprender a controlarlo, o te destruirá a ti y a quienes te rodean.

La sala estaba iluminada por un fuego vivo en el centro, rodeado de runas que brillaban débilmente. En una esquina había estanterías llenas de frascos y libros antiguos. En otra, armas y objetos que parecían sacados de un sueño oscuro.

-De ahora en adelante, cada día será un desafío. No habrá descanso, no habrá tiempo para dudas. Solo obediencia y superación. -la señora se giró para mirarme, sus ojos perforándome como dagas-. Si fallas, no tendrás otra oportunidad.

Asentí lentamente, atrapada entre el miedo y la determinación. Había algo en su presencia que me hacía querer demostrar mi valía, incluso si no entendía por qué. Y aunque no tenía respuestas, una cosa era clara: este era solo el principio de un camino del que ya no podía escapar.

Mi Mate ¿La Omega? [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora