Mi Mate ¿La Omega? [Editando]

capitulo 42: Refleciones de una Decisión

Han pasado varios días desde la última vez que Mateo habló con Alexa. La distancia entre ellos se ha vuelto más evidente con el paso del tiempo, y, aunque hubo avances en su conversación, la respuesta que tanto anhelaba aún no llega. Desde aquella noche junto al lago, algo ha cambiado, pero al mismo tiempo, nada parece estar resuelto. Alexa no le ha dado ninguna respuesta definitiva a las palabras de Mateo, y la incertidumbre sigue colándose en cada uno de sus pensamientos.

Mateo ha intentado ser paciente, respetando el espacio que Alexa necesita, pero esa espera está consumiéndolo. La culpa por todo lo que le hizo en el pasado, sigue como una sombra a su lado. En el fondo, sabe que fue su rechazo el que causó la distancia entre ellos, y aunque su conversación en el lago había sido un primer paso hacia la sanación, las respuestas que busca no parecen llegar.

Por otro lado, Alexa parece atrapada en sus propios pensamientos. Desde ese encuentro, ha guardado silencio, evitando hablar de lo sucedido con Mateo, como si el tiempo fuera lo único que pudiera aliviar el caos interno que siente. Aunque sus palabras reflejaron un atisbo de esperanza, algo más profundo la detiene. El miedo es lo que la paraliza. No es solo el temor de lo que pudo haber sucedido en el pasado, sino un miedo más grande: el temor a volver a confiar. Alexa no sabe si puede arriesgarse nuevamente, si puede permitir que alguien entre en su vida como lo hizo Mateo una vez y luego se aleje de esa forma. No sabe si tiene fuerzas para darle una oportunidad cuando sus propios sentimientos están tan mezclados.

A veces, cuando lo observa desde lejos, se pregunta si Mateo también está luchando con lo mismo. Si, en su corazón, también se siente dividido entre lo que fue y lo que podría ser. Ella lo ha visto observarla en silencio, su mirada llena de emociones sin nombrar. Pero, al mismo tiempo, no puede evitar sentirse insegura. Si Mateo está realmente dispuesto a cambiar, ¿por qué sigue dudando? Si lo que siente es verdadero, ¿por qué no lucha más por ella?

Mientras todo esto ocurre, la manada sigue su marcha. Al final, lo que más le pesa es la sensación de que está perdiendo el control. Ha querido ser fuerte, ha querido tomar las decisiones correctas, pero al final se siente como si estuviera a merced de lo que suceda.

Esa tarde, mientras el sol comienza a ponerse, bañando el cielo con una paleta de rojos y naranjas.

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Mateo se siente más solo que nunca. En el reflejo del lago, su propio rostro le devuelve una mirada que no reconoce. Está atrapado entre dos mundos, entre dos historias, entre dos realidades. Sabe que tiene que seguir adelante, pero no sabe cómo hacerlo.

Cada vez que ve a Alexa, esa chispa de esperanza que había vislumbrado en sus ojos aquella noche en el lago parece apagarse un poco más. Hay algo en su actitud que le dice que aún no está lista para abrirse por completo.

A lo lejos, ve a Alexa caminar junto a William, sin saber que él los observa desde las sombras. William ha estado muy cerca de ella últimamente, y aunque Mateo no puede culparlo, hay algo en esa cercanía que lo inquieta. ¿Será este otro obstáculo que debe superar? ¿Será su presencia una razón más para que Alexa se cierre aún más?

El sol ya se ha ocultado por completo, dejando solo el resplandor de la luna llena, que brilla en lo alto como un faro lejano. Mateo se queda allí, en silencio, observando la manada reunida. Sabe que algo tiene que cambiar. Ya no puede seguir viviendo con la incertidumbre, pero también sabe que el tiempo y la paciencia son lo único que le queda. Las palabras de Joshua siguen resonando en su mente: "Ser valiente es enfrentar lo que uno siente". Y aunque las respuestas no son claras, Mateo decide que no puede seguir esperando. Ha dado el primer paso, ahora le toca a Alexa decidir si ella también quiere darlo.

A pesar de todo el dolor y la confusión, algo dentro de él lo empuja a seguir luchando, a no rendirse. Quizás, al final, después de todo este tiempo, haya una oportunidad de reconstruir lo que se perdió, una oportunidad de encontrar el equilibrio entre el pasado y el futuro. Pero todo depende de si Alexa también está dispuesta a intentarlo.

Con una última mirada , Mateo suspira y se adentra en la oscuridad, sabiendo que la siguiente vez que se encuentren, algo tiene que cambiar. Y aunque el futuro sea incierto, al menos sabe que ha dado el primer paso para enfrentarlo.