Mi Mate ¿La Omega? [Editando]

Capitulo 35

Tenía que decírtelo algún día… - solté de golpe, mirando al frente, sin atreverme a girarme hacia él. - Y supongo que te enterarías de todos modos.

Joshua frunció el ceño, deteniéndose a mi lado.

¿De qué hablas, Alexa?

Suspiré, sintiendo el peso en mi pecho.

Hace poco tuve mi transformación.

Joshua alzó una ceja, sorprendido, y una sonrisa leve cruzó su rostro.

Eso es increíble. Felicidades. Pero... - su sonrisa se desvaneció al notar mi expresión -... ¿por qué pareces tan angustiada?

Tragué saliva, el aire fresco del bosque llenándome los pulmones, aunque no me daba consuelo.

Ese mismo día… conocí a mi mate.

Joshua me miró fijamente, sus ojos entrecerrándose como si intentara leerme.

¿Quién es?

Mateo.

Joshua se quedó quieto, su rostro reflejando una mezcla de sorpresa y algo de furia.

¿Mateo? ¿El Alfa?

Asentí lentamente, sintiendo las lágrimas arder en mis ojos.

Sí. Y… no fue como lo imaginé. Ese mismo día, me miró a los ojos y dijo que no me quería. Que no necesitaba una omega como yo en su vida.

Joshua soltó un gruñido bajo, un destello de rabia cruzando su mirada.

Ese maldito… ¿cómo pudo rechazarte así?

Negué con la cabeza, tratando de contener las lágrimas que amenazaban con caer.

No sé, Joshua. Pero eso no es lo peor. Hace unos días no podía dormir, así que salí a caminar. Me encontré con él aquí, en el bosque. No sé cómo pasó, pero nuestros lobos... no pudimos resistirnos. Pasó lo que tenía que pasar.

Joshua me miró, esperando a que continuara.

Me desperté en su cama, pero él ya no estaba. Solo una nota. Una maldita nota que decía "Lo siento".

Joshua se detuvo en seco, girándose hacia mí con los puños apretados y la mandíbula tensa.

Ese idiota… ¿qué demonios estaba pensando?

No lo sé, Joshua. - Mi voz se quebró, y apreté los brazos contra mi pecho como si pudiera sostener los pedazos rotos de mi corazón. - Pero sé que para él fue solo un error. Ni siquiera se quedó para explicarlo.

Joshua dejó escapar un suspiro, el sonido grave y lleno de frustración.

Alexa, escúchame. Tú no mereces esto. Mateo es un Alfa, y los Alfas deberían proteger y cuidar a sus parejas, no dejarlas solas. Él no merece ser tu mate si no sabe tratarte como lo que eres.

Me detuve, mirando al suelo, mientras una lágrima rodaba por mi mejilla.

Tal vez no soy suficiente para él…

Joshua se giró de inmediato, colocando sus manos firmemente sobre mis hombros.

¡No digas eso nunca más! Tú eres suficiente, Alexa. Más que suficiente. Él es el que está fallando, no tú.

El sol se filtró entre las ramas, iluminando el rostro de Joshua, que estaba lleno de determinación.

No sé lo que pasa por la mente de ese idiota, pero una cosa es segura: no estás sola. Y si vuelve a aparecer, tendrá que enfrentarse a mí primero.

Su tono firme me hizo sentir algo de consuelo, aunque el dolor seguía ahí, latiendo en mi pecho.

Gracias, Joshua. - Murmuré, sintiendo cómo el nudo en mi garganta comenzaba a deshacerse.

Continuamos caminando en silencio, pero esta vez sentí que el peso sobre mis hombros era un poco más ligero.

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Holis🥰