Capitulo 3: Deseos Encontrados

30 3 0
                                    

Me hallaba acurrucada en las sabanas, parecía una esquimal enrollada en tantos edredones me paré de mala gana y me tropecé casi caigo pero por suerte me sostuve de la mesa de noche cuando tallé mis ojos obtuve una visión más clara y profunda no había recordado mucho de esta noche anterior pero el bajar la mirada me encontré con dos o tres libros regados, no me acordaba que ayer me dormí hasta tarde pensando en aquellas palabras tan débiles y carentes de frialdad que mencioné anoche "Perdón" esas dos sílabas martilleaban mi mente como si no hubiera mañana. Prometí no sentir pero tengo sentimientos ya que soy medio humana pero cada letra me atormentaba ¿Cómo es que llegué a sentir? Este no es mi objetivo y si sigo de esta manera mucho menos lo llevare perfectamente del todo bien, me levanté con las ganas por el suelo hoy es sábado y el lunes tendré que rendir los exámenes finales de ayer pero si no hubiera salido de "campamento" que parte del peligro me adentraría en este mundo tan complejo si mis ganas de sobrevivir estaban al límite, vivir es una cosa pero sobrevivir es algo totalmente distinto.

Las palabras vivir y sobrevivir son muy distintas, la gran cuestión es le he pedido perdón a mi madre cuando ella era la que me debía disculpas a mí, pero ese abrazo fue tan reconfortante que ni siquiera un sol en pleno atardecer sería tan maravilloso y espléndido como ese abrazo que hacía sentir segura, por más extraño que parezca vivir en una sola monotonía odiando a el mundo y viviendo de esa manera... no era fácil en ningún momento, lo fue y jamás lo será, la frase que explica ama a tus enemigos en este caso tiene algo de lógica si mi yo de hace unos días me estuviera escuchando sentiría asco y repulsión ¿Y cómo no entenderlo? Si hace muchos años fui fría y calculadora y ahora experimentando estos sentimientos que son tan nuevos para mí.

Todavía no me acostumbro al hecho de que algo así me esté pasando, me dispuse a bajar por las escaleras rápidamente así que quite el seguro y me dirigí con paso veloz a la cocina ahora no tengo nada que temer ya le pedí perdón a mi mamá por algo que ni yo sabía, pero yo conocía perfectamente la razón de mi culpa pasada. La hice llorar hasta el cansancio y eso a una madre no se le debe hacer así te haya hecho la mayor traición en el mundo, hay que aprender a perdonar pero más fácil es olvidar, para muchos el olvido es inevitable pero para otros es lo peor ya que no pueden, todo en esta vida es pasajero pero los recuerdos son historias tatuadas en tu mente de gran valor.

-"Hola." – Carraspeé en un vano intento de llamar la atención de mi progenitora. –

-"Hija ¿cómo estás?, ¿qué quieres para desayunar? Estoy tan feliz de que me trates como lo haces ahora." – El tono de nostalgia en su voz hizo presencia en la sala y unas cuantas lágrimas furtivas rodaban por su mejilla, pero ¿por qué? Se supone que debería estar contenta no en este punto, no tengo mucha confianza en ella por más incrédulo que parezca. –

-"Madre no presiones." – Espeté cortante con mi voz más fuerte, tratando de que no flaqueara en el último momento, no me iba a permitir darle tal lujo de tratarme así como si nada.

-"Claro hija, te daré todo el tiempo que necesites pero ten en cuenta que estas perdonada, y me alegra mucho que por fin veas las cosas como las veo yo." – Bajo la mirada y salió a cocinar algo ¿Que se supone que significaba eso? Puede que yo no vea las cosas como ella pero eso no le da el poder de juzgarme así, ¿su modo de ver las cosas es distinto al mío? Puede que haya sido dura pero el hecho de que no demuestre los sentimientos no quiere decir que no los tenga, después no quieren que sea fría y mala con todo el mundo pero con acusaciones de esa magnitud quien no se molestaría.

Mi corazón palpitaba fuerte podría decir que lo tenía en la boca pero no era así, mis respiraciones se volvían entre cortadas y mi pecho subía y bajaba con desesperación, trate de tranquilizarme un poco y me calmé no puedo tener arranques de ira, si mi poder está empezando a surgir con todas sus fuerzas lo mejor será no provocarlo. Me fui con paso firme al comedor, desde hacía tiempo que no comía aquí, fue ¿unos 7 años? No voy a negar que bajé porque si lo hice pero fue solamente para buscar la comida en el microondas, que tu vida pase de ser silenciosa y tranquila a sentir comodidad en un instante no es del todo normal. Mi mamá se acercó con paso lento al comedor llevaba unas cuantas bandejas en las manos y se sentó.

ProgramadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora