Capitulo 11: Sensaciones dementes

7 0 0
                                    

No se porque tengo esa extraña manía de querer hacer todo al mismo tiempo y a la vez nada, una cobarde que no puede sobrepasar sus expectativas y no supera su pasado... 
"Típico siempre andas en lo mismo, pareces un cangrejo en vez de avanzar lo único que haces es retroceder." La voz de mi conciencia no deja de ser tan insistente. Pienso, y luego dejo de hacerlo para concentrarme en hacer mis labores diarias, decidí cambiar algo en mi rutina, hoy tengo clases y me siento de lo más tranquila. Me prepare como alguna vez lo hizo mi madre para la entrevista, cuando bajo a la cocina encuentro a mi madre mirándome extrañada, pongo mi mejor cara de confusión porque la captó al instante y dijo:

-"Me sorprende verte arreglada eso es todo."— Se retuerce las manos y me mira de una manera extraña, en realidad no se que le pasa hoy. "

-" ¿Madre te pasa algo? "

-" ¡No para nada! Debes irte ya llegarás tarde."

-"  Pero si ni siquiera he desayuna..." — y como siempre me interrumpe abruptamente. —

-" Toma esto y comprate algo cualquier cosa, Adiós."

Dicho eso me cerro la puerta en la cara y quede totalmente extrañada, es decir, ¿porque mi madre actúa tan extraño? Ella no es así, seguí mi camino y cuando llegue al instituto, en los pasillos estaba muy aglomerado todo, muchos conversaban animosamente y otros solo se miraban entre sí. De verdad que no entendía nada, fui a ver mi primera clase no quiero dar detalles de mi día pues no sucedió nada nuevo salvo que hoy me senti profundamente sola un sentimiento extraño me embargo por completo (no a causa de la extraña despedida de mi madre.)  Este fatídico y abrupto modo de vivir me esta volviendo loca, las mismas pocas salidas, el café y un buen libro aunque me encanta leer y tomar café así que mejor descartar esta idea, mi punto es que no tengo el menor dominio de mi vida no se lo que quiero y mucho menos lo que me conviene, me fascina lo habitual pero de vez en cuanto una parte de mí pide a gritos un cambio drástico de esos que te sirven para futuro, estoy frustrada de lo mismo pero me da un miedo atroz el salir de mi zona de confort. Es como si fuera un ave con alas (obviamente) pero pegadas al cuerpo con una especie de peso que no me deje volar mas allá de lo estrictamente necesario y si no le cuento a alguien esta sensación demente y repentina siento que explotare de un modo u otro.

¡Como hacen para llevar este tipo de vida los humanos! Las mismas costumbres, manías e incluso la rutina no se como hacen y reitero mi opinión ¿No se aburren de hacer las mismas cosas, y sufrir en su fuero interno? Solo para darle el gusto a la sociedad de no tener algo que criticar, es tu vida no la de ellos ¡Que si el tabú, que si lo establecido. Deberían alzarse y mostrar algo de amor propio al creer bueno lo que mejor te plazca pero si con ciertos límites, al fin y al cabo no temer al menor indicio de una lengua viperina!

Sonó el teléfono de la casa y con mucha pereza me levante del sofá y fui a contestar:

-" ¿Aló?"

-" ¿Con la señorita Dalia?" — Esa voz la conocía muy bien y como no si era el fastidioso de Steve pero igual decidí preguntar quien era. —

-" Al habla ¿Quien es?"

-" Yo primor, al que le has dado la paliza de su vida y la verdad no se como Ja, ja, ja. Y yo que te creía una debilucha, me has sorprendido de verdad." — Admitió, cosa extraña en alguien tan egocéntrico como él. —

-" No estoy de humor ¿si? Ya te he pedido disculpas un sinfín de veces y creo que por hoy necesito algo de tranquilidad" — Se me quebró la voz a medio hablar conste que no me había pasado, era experta ocultando emociones supongo que el averío de la tarjeta tiene sus desventajas... —

ProgramadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora