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Después de pasar casi todo el día con Bee, el rubio decidió que ya era hora de ir a casa. Se despidió como de costumbre y comenzó a caminar por la calle mirando a sus alrededores, la ciudad le parecía muy tranquila a estas horas, le fascinaba esto, simplemente nada que decir, nada que explicar. Llegaría a su casa sin preocupaciones.
Caminó y caminó hasta llegar a su casa, palpó su bolsillo y... no había nada ¡había olvidado sus llaves! definitivamente no iba a tocar la puerta si no quería un sermón de su padre, así que lo más inteligente que pudo hacer fue caminar alrededor de la casa para buscar por donde entrar. Revisó cada ventana y para su suerte no encontró ninguna abierta, no quedaba más remedio que tocar la puerta.
— Si no me muevo no me ve... — Murmuró para si mismo y justo antes de tocar su padre abrió la puerta sin decirle nada.
El rubio se quedó paralizado mirando al mayor frente a él quien solo lo miró feo y se alejó para que entrará. Se sentía como bendecido por el mismísimo Dios al no recibir un regaño, entró en paz y corrió a encerrarse en su cuarto, saludo a su pez mascota y se echo a la cama.
Pasó sus manos por su rostro soltando un quejido, cerró los ojos, los volvió abrir, miró el techo y suspiro ¿a esto se le llama estar aburrido? Se sentó en su cama y miró alrededor de su cuarto para después dirigir su mirada al cajón de llave de su mesita de noche, tomó su almohada y le dio vuelta haciendo caer la pequeña llave que introdució en la cerradura abriendo aquel cajón.
Una caja pequeña, un sobre con fotos y dibujos y su libreta de dibujos ¡las cosas más importantes de su vida! tomó el sobre sacando un par de dibujos antiguos que había hecho de niño, uno dónde salía su familia (su madre, su padre y él) y otro donde salía él y su personaje favorito de esas épocas, Sonic. Sonrió un poco al ver el dibujo dónde salía su madre, suspirando un poco triste, realmente la extrañaba ¿realmente volvería a verla?
Después de unos minutos viendo aquel dibujo suspiro y volvió a meter los papeles al sobre roto, cerrando el cajón por completo, tomó su celular y se puso a ver algunos videos cortos que lo aburrieron rápidamente haciendo que lo dejará a los poco minutos, miró a su pez y sonrió un poco antes de nuevamente acostarse en la cama y caer dormido.
"¿Sabes, mamá? Cuanto más lucho más me sigo hundiendo, el ser humano no tiene sentido. Si pudiera volver a nacer creo que me gustaría ser un pez, para vivir en un pequeño acuario, solo yo y mi soledad..."
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CUARTETO REFERENCIAAAAA
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El pasado fue mejor, el presente solo apesta
RandomRandall un típico chico de preparatoria con mala reputación que no sabe como vivir su vida como adolescente sin sufrir en el camino sintiendo que casi toda la escuela esta en su contra, con un padre alcohólico y falta de atención se las arreglará el...