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- Bee
El pelinegro se quedó sentado en una banca del parque por unos minutos más después de que Randall ya se había marchado, soltó un quejido y paso una mano por su cabello un poco abrumado.
— Estúpido, estúpido, estúpido — susurró para si mismo golpeando su cabeza con su muñeca con frustración. — Lo hubiera acompañado... — dijo arrepentido antes de levantar su mirada y posarla en la persona frente a él, Tomoe.
La joven de la larga cabellera negra y vista penetrante lo analizó de arriba abajo. — ¿Qué hace alguien como tú en un lugar como este? pensé que los de tu especie no salían ni a la esquina — dijo antes de soltar una risa burlona.
El chico de cabello oscuro se quedó en silencio, se sentía aún más abrumado por la llegada de la chica de ojos verdes, estaba harto de no poder estar en paz ni en su casa, quería enfrentar de frente a Tomoe y decirle de todo un poco, pero no se atrevió.
— ¿No hay respuestas? — preguntó la contraria con una sonrisa arrogante formándose en su rostro. — Tú y Randall son iguales ¡igual de cobardes! — dijo soltando una carcajada antes de darle un fuerte golpe en el hombro como "broma" para que reaccionará.
— ¿Podrías irte? — murmuró Bee a duras penas desviando un poco la mirada, no quería que la muchacha metiera a Randall en todo esto.
— ¿Ya vas a llorar? — dijo en tono de burla conservando esa sonrisa arrogante tan insoportable típica de ella.
— La única que quiere llorar aquí eres tú ¿no puedes pasar un rato sin insultarme a mi o a Randall? — preguntó firmemente clavando su mirada molesta en ella. — ¿A caso eres incapaz de sentirte bien cuando no haces comentarios terribles sobre los demás? la única que esta llorando aquí eres tú — agregó con molestia señalándola.
Tomoe se quedó en silencio y su sonrisa arrogante se borro de su rostro. — ¿Ah sí? antes de hablar mírate en un espejo por favor, eres quien tiene menos derecho de hablar aquí, aparte de drogadicto, inútil y sin papá.
— ¡¿MI PADRE QUÉ TIENE QUE VER?! — preguntó enojado levantándose de un salto de la banca para ponerse frente a ella. — Si vuelves a hablar de mi padre o adicciones juró que... — dijo sin terminar la oración, sabía que no podía hacer nada para enfrentarse a ella.
— ¿Qué? Dime... ¿qué es lo que juras? — preguntó con una sonrisa burlona en rostro.
El de ojos oscuros se limito a quedarse en silencio y solo soltó un suave suspiro dándose la vuelta para irse de allí.
— Así es como debería ser — dijo Tomoe cuando lo vio irse, Bee no la escuchó, ni si quiera se esforzó en mirarla por encima del hombro.
El joven definitivamente no le contaría nada de esto a Randall, no quería preocupar a su amigo, él tenía suficiente con ser molestado todos los días de escuela por Tomoe, no necesitaba más.
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Una notificación apareció en el teléfono de Randall quien a duras penas abrió los ojos y tomó su teléfono para ver un mensaje de Bee:
-Abeeja
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| yeg4ste bn a ka.sa?? X)
└──────────────┘
El rubio sonrió a la pantalla y contestó el mensaje con afirmación y un sticker de un gato bailando, inmediatamente su amigo respondió con un sticker de Sonic con un globo de texto que decía un simple "Sí", Randall rio y dejó el celular a un lado levantándose de la cama.
— 8:34... — murmuró mirando su reloj antes de dirigir su mirada a la funda de su violín en una esquina del cuarto, tuvo la necesidad de levantarse y mirar dentro para admirar el instrumento, cosa que se resistió a hacer y simplemente volvió a intentar dormir.
Tal vez mañana, sí, mañana practicaría un poco de violín y de paso iría a ver a su amigo un rato.
"Tomoe y ##### son unas malditas enfermas..."
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ACTUALIZACIÓN SEGUIDA OMG, me puse pilas-
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El pasado fue mejor, el presente solo apesta
RandomRandall un típico chico de preparatoria con mala reputación que no sabe como vivir su vida como adolescente sin sufrir en el camino sintiendo que casi toda la escuela esta en su contra, con un padre alcohólico y falta de atención se las arreglará el...